10 de marzo de 2011

AQUELLOS CARNAVALES ALICANTINO​S


Eran aquellos tiempos en que el cinematógrafo instalado en el Paseo de la Reina, anunciaba funciones por sesiones con el repiqueteo de un timbre desde las seis de la tarde hasta las doce de la noche.Las fiestas carnavaleras tenían lugar entre la Explanada y el Paseo de la Reina.

A la Explanada acudía el público por la tarde y en el Paseo de la Reina la animación era hasta altas horas de la noche.Habría que saber que eran "altas horas de la noche" en aquellos tiempos.


Era en esos días cuando la clase media y la más modesta, irrumpía en el salón central de la Explanada,ocultando su personalidad bajo un disfraz, no siempre de muy buen gusto según cuentan los cronistas.

Mientras en la calle se entablaba una batalla de confetti y serpentinas entre las máscaras que ocupaban las carrozas.Cuando empezaba el anochecer y terminaba la batalla,el público se dirigía al Paseo de la Reina,donde continuaba la fiesta.

Estuvieron de moda en aquellas fiestas los llamados pulverizadores,aparatitos en forma de reloj, que se rellenaba de colonia,y del que a presión brotaba el perfume e iba dirigido al busto de la mujer, a los ojos,...

Y así hasta la una de la madrugada,en que comenzaban los bailes públicos,y el paseo quedaba desierto, y cubierto de extremo a extremo por una alfombra de confetti de más de treinta centímetros de espesor.

Era entonces cuando la gente modesta acudía al Paseo de la Reina con enormes sacas,como telas de colchón,y las llenaban de aquellos papelillos que después vendían en otras localidades.

Esto era el Martes de Carnaval, al día siguiente, miércoles de Ceniza cuando la gente despertaba para dirigirse a la obra,al taller o a la oficina,solía tropezarse en las calles con algún "chino" o una "odalisca" despeinada que acababa de salir del baile. 

Los alicantinos de aquellas épocas tuvieron su Martes de Carnaval, cosa que con la vuelta de los carnavales, ha sido imposible recuperar.


 
Paco Huesca

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me hubiera gustado conocer esos carnavales, parecían tener algo más auténtico que los actuales.