Un barrio de la periferia, cinco niños de unos diez años, comen pipas mientras hablan. Me acerco a ellos. Intuyen que me ocurre algo y me preguntan si estoy bien a la vez que me ofrecen pipas.
Meto la mano en una bolsa pringosa y les sonrío dándoles las gracias.
Les cuento el motivo de estar tan enfadada y triste. A los pocos minutos, me veo haciendo terapia con unos chavales que no van a colegios privados, ni visten con ropa de marca y probablemente no tengan los mejores juguetes del mundo.
Hablamos de peonzas, de rugby y de lo poco que les gusta el fútbol.
Uno se da cuenta de que mi nombre coincide con el de su profesora y dejo de ser yo para convertirme en la "profe". Palabra que repiten como si fuera un mantra y ellos los mejores niños del planeta. Seguro que no es así pero han decido portarse bien.
Uno con pinta de ser el que más quebraderos le da a la maestra me pregunta: ¿Crees en Dios?
Y no sé qué responder...
Otro, el que presume de ser el más alto de todos, me plantea lo siguiente:
-¿Tú sabes lo que es el Big Bang?
- Sí, respondo con los ojos muy abiertos
- Entonces dime, ¿Dios cuándo apareció? ¿Antes o después de la explosión? ¿Quién ha escrito sobre eso?
Yo sólo puedo mirarle y pensar que ojalá en su vida no le condicione el barrio donde ha nacido, o la gente con la que se relaciona.
Le recomiendo que vea alguna serie con el mismo nombre TBBT y al pasar unos días me doy cuenta de que debería haberle recomendado algún programa sobre Ciencia.
En todo caso, los niños brillan y espero que él tenga la suerte de tropezar con alguien que se dé cuenta.
Sé que les compraré unas peonzas
Joana Sánchez
3 comentarios:
Sorprendente ... y muy sensible, amiga Joana.
Hice el Reblog: https://etarragof.wordpress.com/2016/05/21/alicante-cuenta-la-teoria-del-big-bang-en-la-periferia/
Gracias, Enrique.
Hay personas que juzgan a otras por el barrio en el que viven, por el coche que tienen (si tienen) o por su profesión. Gente vacía, para mí pero por fortuna existen otras que tienen la mente abierta y los ojos también, entonces (al igual que servidora) tropiezan con este tipo de joyas porque están atentos a otro tipo de cosas más importantes.
El peor defecto del mundo es el clasismo.
Un abrazo
Así es, Joana, opino lo mismo que tú.
Por cierto, este fin de semana y este lunes mismo, he hecho una especie de encuesta entre la población adolescente y no tanto de mis contactos diarios y, horror, ninguno sabía lo que era el Big Bang ... el que más dijo y preguntando, dijo: "¿es un reloj que está en London?
Feliz tarde, amiga.
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