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16 de agosto de 2019

Me quiero. Me Quiero.


Pinté esta habitación de azul el mismo verano que perdí a mi padre. Este año la volví a pintar en un azul más claro.

Y tras lágrimas, angustias y los no puedo más viene la felicidad.

Miro hacia atrás y no me reconozco en esa mujer de 2013-2015. ¿Quién es? Sonrío. Una pobre niña-adulta.

Hoy entra el sol a través de mi estor y mi habitación azul tan normalita, parece el Paraíso.


Me miro al espejo y me gusto. Me caigo bien. Hasta me siento orgullosa de mí.
Los 'me muero si me dejas' ya no entran en mi diccionario.

Los 'estaré contigo y tú conmigo' los acabo de añadir esta noche como si fuera María Moliner.

No tienes nombre y apellidos.

Pero algo he aprendido, no te puedes pasar la vida pidiendo perdón a quien se esfumó de tu universo.

Se pide perdón una vez.

Al amor de tu vida y al que creías que podría ser el proyecto de algo bonito.

He cuidado.

He secado lágrimas.

He dado abrazos.

He contado chistes malos.

He animado.

He metido la pata.

He sido tonta.

He sido injusta.

He sido infantil.

He sido cruel.

Pero si haces la suma te sale: ser humano imperfecto. 

Incluso la protagonista de la canción de Ed Sheeran seguro que algún fallo tiene :)

Vuelvo a levantarme de la silla cuando oigo una canción para bailar.

Y muevo los brazos como si fuera la mejor bailaora del planeta.

Me saco la lengua y me resulto graciosa y también algo ridícula, pero era mi esencia.

 

Y hago una pausa.

Pongo una canción que jamás diría que me gusta pero que sé que bailaría como una loca (hace demasiado que no bailo, uf)

Quiero oler el mar, flores, mi colonia favorita y olvidar el olor a hospital.

Que me abracen y dejar de ser la que reparte abrazos.

Ahora me vuelve a tocar a mí.

Esto ha sido una pausa y sacudo todo, de cabeza a los pies.

¿Más años? ¡Sí! ¿Qué puedo hacer? :)

He sido una monja en un convento pagano.

La que ha luchado sola contra los dragones sin 'príncipe' que la rescatara.

Y no soy valiente.

Y no soy fuerte como una roca.

Quiero deshacerme de felicidad sola o en compañía.

Pero qué bonito es sentir que esta habitación luce tan hermosa como cualquier paraíso donde tú estés pasando el verano.

Sólo pido salud.

Sólo pido bailar.

Sólo pido que te quieras.

Sólo pido que te dejes llevar.

Sólo pido volver a vivir en un videoclip.

Sólo deseo salir del cine con una sonrisa.

Sólo quiero sentir cosquillas tras mirarte.

Sólo me apetece VIVIR.




Joana Sánchez González

8 de octubre de 2015

Feliz aniversario a Ana y Paco ¡Cuatro años!


Hoy no paramos de celebrar. Resulta que tal día como hoy, hace cuatro años, nuestro Paco Huesca se casaba a lo grande con Ana Teresa, en una boda que fue de cine. 

Con dos sesiones. La primera en Alicante (a la que tuve el honor de asistir) y la segunda en Donostia, donde obviamente fue más complicado llegar, pero hubiera sido bonito. De todas formas, como no podía ser de otra manera, él nos lo contó y con todo lujo de detalles y fue más fácil hacernos una idea de cómo transcurrió aquel día tan especial.

Ya sabemos cómo es Paco y cómo nos cuenta las cosas, con detalles asociados al séptimo arte, con mucha sensibilidad y humor negro.

Todavía conservo la invitación: ¿Se puede ser más original?


Se trata de una joyita de esas que hay que guardar bajo siete llaves. Tanto por su originalidad y creatividad, como por lo que significó ser invitada a ese enlace.


Desde aquí os deseo que la tercera parte siga yendo viento en popa y a toda vela, que afrontéis los temporales con energía y con calma a la vez. Que el amor, en la distancia o en la cercanía que da la convivencia, no es como el de las películas, es mejor. Auténtico y realista.

Porque cuando todo va de maravilla y los dos protagonistas no dejan de sonreír, no tiene mérito, el valor está en cogerse de la mano tras algún día gris que otro, e incluso alguno negro, y caminar juntos. Nunca dejar de caminar.

Un beso para los dos.

Joana 


27 de enero de 2015

Lugares que me enamoraron


Puede que en  otras ocasiones haya escrito sobre lugares con encanto, pueblos que visité gracias a que me llevaron hasta ellos, pero hoy me apetece mostrar esos espacios donde me sentí feliz. ¿El fin? Agradecer que lo fui y tal vez, lograr que quien los vea ahora también se sienta un poco mejor.

No vivo en el pasado, ni pretendo cambiar el presente, no me siento nostálgica ¿o sí? Tal vez un poco triste por no haber vuelto a pisar estos sitios, pero espero volver algún día, mientras tanto echemos un vistazo a esta provincia de Alicante (y algún otro pueblo que no pertenece a ella)

Ermita en Orito a San Pascual Baylón
Vistas de Alcoy desde la Ermita de San Cristóbal

Ante esta señal fui muy feliz
Cala del Moraig 

En el Gran Circo Americano fui muy feliz.
Sella, lugar donde me caí pero no importó ni afectó a mi ánimo
Batería de Cenizas. Aunque suene raro, lo pasé muy bien 

En el laberinto de Casa Tápena en Onil, donde se piden deseos

Ser feliz en Santa Faz el día de ídem no tiene mérito, pero sentirse muy bien otro día, sí

Pantano de Tibi. Llegar hasta él es toda una experiencia

La canción diría "Una calle de París", pero pongamos Famorca en su lugar


Castillo Santa Bárbara. Imposible no ser feliz subiendo, bajando, paseando por él, viéndolo de lejos...

 
En El Hondo te pueden picar los mosquitos en verano, salvo ese detalle: Es el Edén
Santuario Santa María Magdalena (Novelda) ¿Tengo que añadir algo?
Donde hay patos, hay felicidad


Me dejo tantos lugares...

Esta canción viene de regalo. Es un extra. La he descubierto ahora. Todo lo que haga falta para que nos sintamos bien. O al menos, lo intentemos.



Joana Sánchez

22 de diciembre de 2014

Es Navidad, por Paco Huesca.



Amé la Navidad, aquella que era de verdad. La auténtica. No es que la odie, me entristece mucho.Ahora me parece una falsedad, una vanidad. Y su escaparate principal, entre otros muchos, es la televisión.

Es la hipocresía en su grado sumo. No es ya aquella noche de paz con sus cosas bonitas, es  noche de estrés. Me gustaría alguien me explicara eso de envolver los regalos con unos unos papeles de lujo,si de todas formas los van a romper salvajemente.

Y qué me dicen de las luces navideñas,y la gente desesperada comprando regalos por doquier sin que puedan dar un paso.Y esa moda de emitir dos semanas antes de los festejos terribles telefilms sobre la Navidad, de muy baja intensidad pero llenos de casas con bombillas, buenos deseos de paz y amor y con gentes como salidas de otras galaxias.

La Navidad, la  época con más suicidios  del año, accidentes de   tráfico aparte. Los días falsos de los abrazos más falsos han llegado.


Bienvenidos pues, a las fiestas de la hipocresía donde los padres sacan dinero de donde no lo tienen y los niños se portan bien,donde tu dinero se acaba por regalar cuantas más cosas mejor y donde engordas porque todos te dicen que tienes que comer más.Y en enero comienzas la dieta,o no comes, vamos, porque no puedes.Y si puedes, vas a un gimnasio.


Esta nueva Navidad consumista me deprime cada  año más y más pero mucho más.

Me quedo con aquellos recuerdos amables y sosegados de ver belenes y figuritas en Almacenes Damasco o Rico en la calle Castaños, o en Parreño en la calle Mayor desde  los cristales de los escaparates. Era lo más. O el belén que colocaba la Caja de Ahorros infantil en la Rambla.

Y una cena auténtica, cercana con calor, con tu gente , con aquel terrible espumillón, alguna bola y en un tocata sonando un villancico perdido.

Mi madre y mis tías ir a la misa de gallo y mi padre dándome un beso con  aquellos  ojos azules, acostarme.

Y yo preguntarle: Papá, ¿todas las navidades van a ser así ? Y él esbozar una cierta sonrisa.

Luego  ya lo  comprendí. Es Navidad.

Paco Huesca

26 de octubre de 2014

Estando contigo, me siento feliz



Aprovechando que hoy disponemos de esa hora de más, me he propuesto haceros una pregunta sencilla: ¿qué cosas os hacen sentiros felices?

Esto viene a raíz de que esta mañana he dado un paseo con mi padre, lo cual se está convirtiendo en una costumbre. Lo hace para ir recuperando fuerzas, y de paso, a mí me sirve para escuchar sus ocurrencias y realizar mi propia terapia. Al principio salgo con algo de pereza, pero al cabo del rato, es él quien me carga las pilas y ya no quiero parar.

Pues eso, en este mundo donde parece que ser feliz va de la mano de tener, acumular o poseer cosas; qué acto, persona, situación... os llena de esa sensación placentera. Sobre todo, qué hace que cambie un día gris por otro un poco más colorido.

¿Qué podéis aportar? ¡De todo!

Ansiosa por leer vuestras respuestas. Aspiro a generar una bola gigantesca de energía y de buen rollo en la red, por intentarlo ;-)

Un abrazo