Hoy no paramos de celebrar. Resulta que tal día como hoy, hace cuatro años, nuestro Paco Huesca se casaba a lo grande con Ana Teresa, en una boda que fue de cine.
Con dos sesiones. La primera en Alicante (a la que tuve el honor de asistir) y la segunda en Donostia, donde obviamente fue más complicado llegar, pero hubiera sido bonito. De todas formas, como no podía ser de otra manera, él nos lo contó y con todo lujo de detalles y fue más fácil hacernos una idea de cómo transcurrió aquel día tan especial.
Ya sabemos cómo es Paco y cómo nos cuenta las cosas, con detalles asociados al séptimo arte, con mucha sensibilidad y humor negro.
Todavía conservo la invitación: ¿Se puede ser más original?
Se trata de una joyita de esas que hay que guardar bajo siete llaves. Tanto por su originalidad y creatividad, como por lo que significó ser invitada a ese enlace.
Desde aquí os deseo que la tercera parte siga yendo viento en popa y a toda vela, que afrontéis los temporales con energía y con calma a la vez. Que el amor, en la distancia o en la cercanía que da la convivencia, no es como el de las películas, es mejor. Auténtico y realista.
Porque cuando todo va de maravilla y los dos protagonistas no dejan de sonreír, no tiene mérito, el valor está en cogerse de la mano tras algún día gris que otro, e incluso alguno negro, y caminar juntos. Nunca dejar de caminar.
Un beso para los dos.
Joana