7 de febrero de 2011

EL ÚLTIMO TANGO (DE MARÍA) EN PARÍS‏


Es como si estuviera predestinada María Schneider. Nunca quiso ser un icono, ni famosa, sólo quería hacer cine. Pero su destino lo marcó el mítico "El último tango en París" dónde Bertolucci tras una gran criba, eligió a María. 

Y a María le marcaría de por vida hasta traumatizarle ese papel. Y esto llegó a un punto que tuvo que abandonar el rodaje de "Calígula" para ingresar en una clínica psiquiátrica.


Esa mítica película por la que muchos españolitos de la época cruzamos los Pirineos para verla en Perpiñán, Biarritz o Londres por aquello de la famosa mantequilla. Según ella, la idea fue de Brando que se la sugirió a Bertolucci, y ella, sin saberlo, se consideró engañada y manipulada. 

Fue un film escándalo en su tiempo, no tanto por su erotismo como por su desarraigo moral. Su padre, el actor Daniel Gelin, nunca la reconoció como tal. Una virginal y joven que escandalizó a medio mundo por ese papel. Y ese papel fue su gloria y su condena del que renegó toda su vida.




Vinieron otras películas y otros directores como "El reportero" de Antonioni con Jack Nicholson o "Gigolo" con un reparto más que lujoso, David Bowie, María Schell, Sidney Rome, Kim Novak y Marlene Dietrich. 

Luego los papeles empezaron a escasear y llegaron los tiempos oscuros. Siete años perdidos por la heroína y la cocaína, y una relación amorosa bajo los focos de los" paparazzis" con una acaudalada americana.


Marcada desde siempre por aquel tango, María cayó, quizás dónde no debía. Y eso se produjo en caída libre. Ha sido la víctima de ciertos excesos ciematográficos, sin buscarlos,y de los suyos propios. 

Ahora y en París, aunque no al lado del Sena, nos ha bailado su último tango. Y como en el título de una película suya "Yo soy mía" junto a Paco Rabal, nunca fuiste tuya. Descansa tranquila.




Paco Huesca

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una actriz encasillada de por vida en una pelicula mitificada sin entender por qué. Que se le va a hacer!