Según vamos siendo mayores,esa quinta estación que es la Navidad y que no aparece en los calendarios,cada vez nos coge más desprevenidos. De pronto,a finales de noviembre - un poquito antes cada año - aparece un "spot" en la tele, y te deja K.O.
Una familia dispersa se reúne ante unos turrones. En este christma de la tercera ola,que veinte millones de personas recibimos al mismo tiempo,nos cuentan que un chico o una chica que trabajan en la gran ciudad,toman un tren con destino a su pueblo.
En la estación hace frío,los vagones van repletos de sonrisas con vaho,mientras cruzamos los campos cubiertos con nieve azul. Sabemos que el chico o la chica recuerdan al novio, papá o mamá y esperan en el apeadero, los abuelitos, como sacados de Walt Disney, besan a los nietos con ojos humedecidos.
En la estación hace frío,los vagones van repletos de sonrisas con vaho,mientras cruzamos los campos cubiertos con nieve azul. Sabemos que el chico o la chica recuerdan al novio, papá o mamá y esperan en el apeadero, los abuelitos, como sacados de Walt Disney, besan a los nietos con ojos humedecidos.
Qué envidia sentimos los que no somos de pueblo.Qué maravillosas deben ser las Navidades rurales.Y ya es de noche. A través de las ventanas escarchadas,vemos como la familia se intercambia los regalos: colonias para hombres que dejan huella,muñecas que andan, lloran,van al váter y recitan la Constitución,champagnes que te desnudan en silencio mientras los paladeas...Todo ha durado unos veinte segundos. Pero ya es Navidad.
En technicolor, en estéreo.Veinte segundos y tus paisajes -externos e internos- han cambiado de repente.Y te das cuenta de que nadie nunca va a poder explicarte el significado de esa tristeza, de esa soledad que te atrapa. No es porque en cada casa falta alguien. No. Es que el que falta de verdad eres tú. No sé de dónde.Pero faltas.
Paco Huesca
1 comentario:
Las navidades de pueblo sí las conocí. Ahora ya el pueblo es como una ciudad. Recuerdo las risas con mis primos y ser feliz sin regalos por medio. Al llegar a casa ya habrían pasado los Reyes Magos. Las navidades nunca han vuelto a ser iguales cuando se dejó de ir.
En general no me gusta que me digan que me tengo que divertir o ser feliz. A nadie, creo. Es complicado definir cómo me siento en estas en concreto: feliz por un acontecimiento ajeno a las fechas y sí a una estación pero no porque vaya a esperar a nadie...más bien me despido y le digo adiós a esta pantomima de luces chillonas y desfases.
Soy una idealista además de una sentimental y pienso en cómo estas fechas hurgan en el dolor de gentes que no pueden celebrar nada ¡¡¡aunque lo diga el calendario!!!
Por eso este año he deseado a todo el mundo: Feliz Vida y veo que muchos me han devuelto la expresión.
Hoy me quedo para ambientar este post con la canción "Estaciones" del añorado Antonio Vega.
Feliz Vida, Paco.
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