A pesar de todo, en la de EE.UU. aparece este derecho, "el de ser feliz" en un párrafo de la misma. Admito haberlo escuchado por vez primera en una película titulada "En busca de la felicidad".Aunque si le damos la vuelta a la situación ¿hay algo de malo en que la felicidad esté institucionalizada?
No, pero si todos pudieran gozar de ese derecho. Creo que quien la redactó simplemente expresaba un deseo, el de trasladar a los ciudadanos la lucha por encontrar la suya. Ya que nadie tiene el derecho de privar a otro de sentirse bien.
Yo lo interpreto como un estímulo dentro de Constitución para los Estados Unidos de América. Pero hoy celebramos la nuestra, la de España. Y dadas las circunstancias dejo aquí el Artículo 35:
1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
Felicidades a todos, suerte y ánimo
Joana Sánchez
3 comentarios:
Noto cierta simpática y atractiva acidez que lo hace mas punzante aún. Treinta y dos años después el treinta y cinco no se cumple, ese podría ser el título del nuevo cítrico.
Buen artículo Joana
Todos los españoles tendríamos,medianamente,el derecho a ser un pelín felices.
Me gusta el título Enrique y gracias por tus elogios.Sí, hoy día en pleno siglo XXI hay mucha gente que piensa que se puede vivir del aire, o que se puede trabajar por amor al arte. Atravesamos un mal momento pero también hay personas que aprovechan que el Pisuerga pasa por Valladolid para interpretar a su manera el artículo 35. Maldito paro.
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