7 de enero de 2015

Lápices a media asta

Este blog es un espacio para hablar de cultura, de nuestra provincia, y de vez en cuando se cuela alguna que otra reflexión por parte de los miembros del blog. Porque pensar, cultivar las ideas y compartirlas con educación es sano. Un ejercicio para unir a los seres humanos altamente recomendable.

Me resultaba extraño no redactar ni una sola palabra sobre lo ocurrido hoy en Francia: el atentado en París contra los dibujantes de la revista Charlie Hebdo.

Provocación, sátira, denuncia, burla, exageración..., si pensamos en esos términos aquí en España, acude a nuestra memoria "El Jueves", "La Codorniz", "El Papus" y un largo etcétera. 

Este país está poblado de grandes dibujantes. Y nosotros tenemos a la nuestra, a Maribel Iborra que nos regala a Beni y a otros personajes cada semana con sus críticas salpicadas de humor e ingenio. 

Ante semejante atrocidad, los lápices hoy han quedado mudos, la imaginación en blanco o en un fundido a negro. 

Mi repulsa a lo sucedido, mi afecto a los parisinos, y a todos los que cada día reflejan la realidad a través del humor gráfico. Todo lo demás es una mancha enorme de tinta que impide pensar, por esta razón le doy las gracias especialmente a Mabel por su viñeta.


Pero como la vida no es blanca ni negra, mis dudas estaban ahí, el día que ocurrió esa atrocidad y en conversaciones que mantuve después. Me parecía que el atentado había sido una barbarie pero ni me puse la pegatina "Je suis Charlie" ni simbólicamente ni en ninguna red social.

Preferí pensar, meditar qué ocurría y hoy he tropezado con un artículo de Elena Gómez del Pozuelo que explica con otras palabras lo que siento, sentí y pienso, al menos coincidimos en varios puntos. La libertad de expresión como cualquier acto o comportamiento también tiene límites.



Texto: Joana Sánchez
Brillante viñeta: Maribel Iborra

6 de enero de 2015

Castillo Santa Bárbara y un día de reyes en Alicante

Los lugares son como algunas personas. Si te importan, descubres recovecos aunque las hayas visto o escuchado un millón de veces. Con el castillo Santa Bárbara ocurre lo mismo. Visitarlo hoy fue una improvisación por parte de una amiga. No entraba en mis planes, como la mayoría de las cosas bonitas de la vida.

Con una humedad que convertía las aceras en pistas de patinaje y un sol que a su vez, calentaba nuestros rostros, hemos iniciado el ascenso a uno de los lugares más emblemáticos de Alicante junto al parque de la Ereta. Pero no estábamos solas, otra amiga se ha unido a esta pequeña aventura. Cuantas más mejor.

Y así, juntas, con mochilas y ganas de respirar otro aire hemos pasado una jornada de sol, de historias que desconocíamos, como la del burro Manolo y horas después hemos descendido ligeras de equipaje y de problemas.

No sé si debo dar las gracias al Benacantil, a ellas o a todos los iones que se han venido conmigo. Pero la esencia de la felicidad no está en los grandes sueños o metas que nos imponemos, sino ahí al lado, junto a esa amiga, frente a esa playa, dando de comer a unos gorriones. 











Joana Sánchez

5 de enero de 2015

De Reyes Magos y de ilusiones

OCIO MAGAZINE
Otro ritual más: la noche de reyes. El recuerdo que tengo de mi infancia sobre esta fiesta es la de pensar "mañana tengo que volver al colegio", pero no era una niña caprichosa, así que sabía que tendría tiempo en los fines de semana de sacar el máximo partido a lo que sus majestades hubieran tenido a bien de dejar en mi casa.

Desde que tengo uso de razón recuerdo pasarme las navidades viajando. Siempre con mis primos en Mula (Murcia) con los que mi hermano y servidora lo pasábamos de maravilla, e incluso algunas noches del cinco de enero las pasamos allí y resultaba raro esperar hasta llegar a casa para ver qué nos habían dejado en la terreta. 

Vagamente recuerdo haber escrito cartas. Cartas donde no pedía un listado de juguetes, siempre me gustó más ver las caras de los demás que pensar en llenar mi habitación de objetos.

Si hay algo que me guste de esta noche es el roscón. No importa los años que pasen. Creo que es el momento más bonito, infantil que es una. El compartir esas risas y bromas de siempre, a la hora de tomar tu porción y mirar por debajo 'para ver si hay sorpresa o no'. El chocolate, ese placer que te puedes dar esa noche, mientras no dejas de mover la cuchara de madera para que no se pegue. 

Esos pequeños gestos son los que te pueden colmar de felicidad, no necesitas más. 

Tengo que hacer un esfuerzo para recordar si asistí de niña a cabalgatas de reyes, creo que no. A muchas no. Pero no importa. Los verdaderos reyes son misteriosos, que no magos, y es mejor esperarlos mientras duermes, con los ojos bien cerrados no vaya a ser que te pillen.

LOS PAJES REALES NEGROS

Ayer vi en televisión cómo mencionaban La Cabalgata por excelencia: la de Alcoy y será justo cerrar el círculo recordando que allí se viven las navidades de otra forma, con intensidad, cuidando los detalles, para que el alcoiano o quien visita el lugar sienta que son navidades por cada esquina, te gusten o no, te apetezca o no.

De hecho es la cabalgata más antigua, con sus 130 años de recorrido. La emoción esta noche deber ser doble allí. Así lo recoge hoy el diario Información.

¿Qué le he pedido a sus majestades? Un imposible, además esas cuestiones no se revelan porque, como los deseos de cumpleaños, no se cumplen si se proclaman a los cuatro vientos. Sólo espero que a cada uno de vosotros os traigan algo simbólico, un detalle diminuto y si por lo que fuera pasan de largo, no se lo tengáis en cuenta. Sencillamente, todos cometemos errores, hasta los reyes, por muy magos que sean.

Y como la vida es una suma de noticias que te llegan sin tiempo a ponerles un titular, esta canción va para todo el que hoy no vaya a vivir una noche de reyes y mucho menos mágica. No sé si Santa Claus o los reyes magos podrán hacer algo pero va por ellos. Es sólo una canción.



Joana Sánchez

31 de diciembre de 2014

No salir en nochevieja y contarlo


23:03, a escasos minutos de que sean las 12 y toque lo de comerse las uvas al compás de las campanadas de la Puerta del Sol, abro mi portátil. ¿Para desear a los lectores de Alicante Cuenta Feliz Año 2015? 

Algo así, pero también para dejar una pequeña reflexión sobre estos rituales navideños. Ya hemos superado la nochebuena, el bendito día de Navidad, el recibir un "felices fiestas" sin saber muy bien qué decir, cuando una se siente o ha pasado por todos los estados menos el de la felicidad. Pero de eso los demás no tienen la culpa.

Una ha de ser agradecida, sobre todo con los amigos que se acuerdan de ti el resto de los días del año. 

Ahora toca una de las pruebas finales, tomar doce uvas (del Vinalopó) y no morir en el intento. El ambiente no es gran cosa, como muchos alicantinos y españoles he decidido quedarme en casa. ¿Salir? Uno se divierte cuando quiere, no cuando el calendario lo dicta. Es tan de lógica que no voy a relatar una suerte de obviedades.

No os voy a desear un feliz 2015 porque es una frase hecha.  Os voy a desear que saquéis fuerzas cuando no las haya, que cada día parezca el primero del año, que intentéis ser mejores, porque con eso ya tenéis la mitad de la partida ganada, que si no hay trabajo llegue, que el amor en todas sus formas y expresiones os rodee con sus brazos y si ya lo tenéis (afortunados) que lo miméis como se mima con esmero un bonsái. Y mucho humor, la mejor herramienta para enfrentarse al mundo. 

En definitiva, que os gustéis, que no es fácil.

No creo que duerma mucho esta noche, y no porque tenga pensado bailar hasta el amanecer sino porque unos vecinos que creí desaparecidos han pensado que una buena forma de empezar el año es dejarnos sordos a los demás con una música infernal. No importa, para eso se inventaron los tapones. Y esta noche no deja de ser especial, supongo.

Afortunados los japoneses que ya han entrado en el año nuevo de una manera más sosegada. Lo dicho, si os encanta la nochevieja, disfrutadla, si la odiáis, lo siento, o si sencillamente os gustaría estar en  otro planeta, me estoy planteando presentarme voluntaria para largarme a Marte. Pensadlo, hay sitio.

Os regalo una sonrisa y un abrazo, son gratis pero muy valiosos. :)

Y como colofón, el discurso de José Alberto Cordano Mújica (presidente de Uruguay) que ha aparecido en nuestra sociedad como una brisa fresca a pesar de contar con 79 años ¿Quién dijo que la esperanza tuviera que venir de la mano de un joven? Escuchad.




Joana Sánchez

23 de diciembre de 2014

Dame creatividad. Elisabet Ibáñez Ferrer

Hoy os quiero hacer un regalo y a la vez una invitación. Elisabet Ibáñez, expone una serie de minicuadros que os muestro a continuación. Podéis visitar la sala de exposiciones en la calle Arquitecto Morell, 11 (Alicante) de lunes a viernes (18 a 21 h)

Para crear se necesita estar hecho de otra pasta. No importa lo que suceda a tu alrededor, cuanto te enfrentas a un lienzo, una hoja en blanco..., es como si los problemas no existieran y esa invisible obra todavía, fuera tu manera de comunicarte, de relajarte, de enfadarte, de expresar lo que sientes o piensas.

Como la música y la pintura pueden ir de la mano perfectamente, a estas creaciones las va a acompañar Silvia Pérez Cruz, cantante a la que he descubierto hace muy poco. Espero que disfrutéis tanto de las pinturas como de la música. 

Pulsad el play y observad los cuadros...






Joana Sánchez

22 de diciembre de 2014

Es Navidad, por Paco Huesca.



Amé la Navidad, aquella que era de verdad. La auténtica. No es que la odie, me entristece mucho.Ahora me parece una falsedad, una vanidad. Y su escaparate principal, entre otros muchos, es la televisión.

Es la hipocresía en su grado sumo. No es ya aquella noche de paz con sus cosas bonitas, es  noche de estrés. Me gustaría alguien me explicara eso de envolver los regalos con unos unos papeles de lujo,si de todas formas los van a romper salvajemente.

Y qué me dicen de las luces navideñas,y la gente desesperada comprando regalos por doquier sin que puedan dar un paso.Y esa moda de emitir dos semanas antes de los festejos terribles telefilms sobre la Navidad, de muy baja intensidad pero llenos de casas con bombillas, buenos deseos de paz y amor y con gentes como salidas de otras galaxias.

La Navidad, la  época con más suicidios  del año, accidentes de   tráfico aparte. Los días falsos de los abrazos más falsos han llegado.


Bienvenidos pues, a las fiestas de la hipocresía donde los padres sacan dinero de donde no lo tienen y los niños se portan bien,donde tu dinero se acaba por regalar cuantas más cosas mejor y donde engordas porque todos te dicen que tienes que comer más.Y en enero comienzas la dieta,o no comes, vamos, porque no puedes.Y si puedes, vas a un gimnasio.


Esta nueva Navidad consumista me deprime cada  año más y más pero mucho más.

Me quedo con aquellos recuerdos amables y sosegados de ver belenes y figuritas en Almacenes Damasco o Rico en la calle Castaños, o en Parreño en la calle Mayor desde  los cristales de los escaparates. Era lo más. O el belén que colocaba la Caja de Ahorros infantil en la Rambla.

Y una cena auténtica, cercana con calor, con tu gente , con aquel terrible espumillón, alguna bola y en un tocata sonando un villancico perdido.

Mi madre y mis tías ir a la misa de gallo y mi padre dándome un beso con  aquellos  ojos azules, acostarme.

Y yo preguntarle: Papá, ¿todas las navidades van a ser así ? Y él esbozar una cierta sonrisa.

Luego  ya lo  comprendí. Es Navidad.

Paco Huesca

19 de diciembre de 2014

El blog sin fotos

El cansancio no es un buen aliado. Consejo básico para personas inteligentes pero agotadas. Si os compráis un teléfono listo, y vuestras fotografías se vuelcan en él, y sois puntillosos decidiendo eliminar de Picasa esa barbaridad de imágenes que se han ido a vivir a vuestro flamante móvil, alto, tomad aire, no toquéis nada...

Si andáis escasos de sueño tampoco. Niño, eso no se toca.

¿Os confieso algo? No voy a buscar todas las fotografías (al menos esta noche) Ahora compruebo que tengo una serie de artículos, algunos muy buenos, de gente estupenda que se han quedado sin ángel... es decir, sin una bonita fotografía que los ilustre. Lo siento.

El mundo no se acaba. De hecho el  mundo es un lugar maravilloso que otros o nosotros nos encargamos de fastidiar.

Joana Sánchez