Fue un 25 de mayo de 1979. Hace treinta cuatro años. La mañana no comenzaba bien. A las nueve y cuarto de la mañana dos miembros de ETA con metralletas y granadas, disfrazados con monos azules de trabajo y casco blanco asesinaban en Madrid a Abalos, Coronel, Luis Gómez, Teniente Coronel; Agustín Laso,Coronel ; y un conductor civil.
Y ese día ,esa noche, era la elegida para inaugurar los minicines Astoria en el casco antiguo ¡Menudo órdago! Lo que había que empezar a aguantar. Igual osadía, inmadurez, locura... Vamos, de todo.
Y ese día ,esa noche, era la elegida para inaugurar los minicines Astoria en el casco antiguo ¡Menudo órdago! Lo que había que empezar a aguantar. Igual osadía, inmadurez, locura...
Una apuesta fuerte.Lo que si hubo era pasión y amor al cine por una idea contracorriente.Y para aquella noche se contaba con invitados, cómicos como Ramiro Oliveros, Claudia Gravi, José Luis López Vázquez, Alfonso Ungría, Julieta Serrano y ¡cómo no! uno de los padrinos, el de la Sala 1, que llevaba su nombre, Luis Cuadrado y su deliciosa mujer Edurne.
Algunos no tuvieron problema en llegar con tiempo. Otros, como López Vázquez, muy justitos debido a ese terrible múltiple asesinato de la banda terrorista que aquel año dejó sin vida a ochenta y cuatro personas.Y estaban invitados los empresarios de cine alicantinos de toda la vida que no llegaban a comprender eso de unos cines pequeños, los amigos, la familia, la gente querida, compañeros y la madrina de la Sala 1 Luchino Visconti, Ana.
Estaba preparada la música de sala. Música vasca de Guridi y una voz en off pregrabada un discursillo no largo, todo hay que decirlo, en donde daba las gracias, entre otras muchas cosas, a mi madre y a Conchín, mi tía, y luego taquillera oficial, por hacer posible aquella noche y también los veinte años siguientes. Estaban preparados los claveles para cada señora a la entrada.
Y las pelis. "Estado de sitio" de Costa Gavras en la 1 , y en la 2, presentada en Cannes y recién terminado el festival con carácter de estreno en España, "Mujer entre perro y lobo", de André Delvaux.
Después en la desaparecida Sala Liberación entrega de premios a la empresa del Monumental por su programación y a Alfonso Ungría por "Soldados" como mejor película española estrenada ese año en Alicante, en el Arcadia justamente. A continuación, concierto de la banda alicantina Mediterráneo. Comenzaba la fiesta.
Después en la desaparecida Sala Liberación entrega de premios a la empresa del Monumental por su programación y a Alfonso Ungría por "Soldados" como mejor película española estrenada ese año en Alicante, en el Arcadia justamente. A continuación, concierto de la banda alicantina Mediterráneo. Comenzaba la fiesta.
Pero también hubo de todo. Al mediodía se tenía que recoger un permiso en el Gobierno Civil,y su secretario, el eterno, como no dando la cara , transmitía a mi tía que no constaba que los minicines estuvieran construidos y no se podían inaugurar porque no existían.
Un palo tremendo. Solo recuerdo que ese día no se comió en casa. Los permisos estaban cursados y quizás un lapsus, un error,nunca quiero pensar en manos negras, hacían la cosa complicada.
Pero fue una persona entrañable y que algo tenía que ver con el asunto,y no me pregunten más porque hasta lo ignoro, pudo arreglar el entuerto para inaugurar los Astoria. Recuerdo se llamaba Otto.
A primeras horas de la tarde y con todo preparado supimos de forma oficial que podíamos abrir después de una obra de más de tres años, complicada, difícil y con las primeras huelgas de la construcción. A una hora de abrir las puertas, el aire acondicionado no funcionaba, y no funcionó.
Un palo tremendo. Solo recuerdo que ese día no se comió en casa. Los permisos estaban cursados y quizás un lapsus, un error,nunca quiero pensar en manos negras, hacían la cosa complicada.
Pero fue una persona entrañable y que algo tenía que ver con el asunto,y no me pregunten más porque hasta lo ignoro, pudo arreglar el entuerto para inaugurar los Astoria. Recuerdo se llamaba Otto.
A primeras horas de la tarde y con todo preparado supimos de forma oficial que podíamos abrir después de una obra de más de tres años, complicada, difícil y con las primeras huelgas de la construcción. A una hora de abrir las puertas, el aire acondicionado no funcionaba, y no funcionó.
Pero lo peor es que una de las máquinas de una cabina no funcionaba pero se pudo subsanar. Un parto complicado el de aquellos dos gemelos. Pero se pudieron parir y vivieron muchos años dando alegrías y tristezas. Momentos de gloria, días maravillosos, otros menos y comenzaron, aunque nadie lo reconozca, a dignificar y cambiar el Barrio.
Personalmente fueron unas décadas más que maravillosas que me permitieron conocer a gentes estupendas, hacer amigos y poder dar a conocer con humildad otro tipo de cine en Alicante. Aquella noche hubo calor, no solo el de la sala sin refrigeración, sino el otro. Y eso se palpaba, se notaba, hasta se olía y se sentía.
Quisiera terminar este recuerdo con una frase que me dijo mi madre por las escaleras,ella tan guapetona como siempre: "Paco Luis no me creo que hayas hecho esto tú".
Bueno, pues ahí lo dejo. Siempre suelo decir desde la lejanía: sí, valió la pena. Igual hasta sí. Y aquel día también era el del bombardeo del Mercado que por los pelos, no les pilló a mi abuelo Juan y a mi tío Pepe. Cosas de la vida.
Paco Huesca