22 de diciembre de 2011

Una "alicantina" llamada Antoñita Moreno.

ANTOÑITA MORENO
El  viernes se presentó en Alicante el libro sobre la vida,sobre todo profesional, de Antoñita Moreno,"La voz que nunca muere".No voy a hablar sobre el libro ya que no lo he leído pero sí puedo decir la ilusión que tiene Antoñita por esta publicación, me lo transmitió hace unas semanas por teléfono.

Y uno que la conoce desde que era un mañaco, me daba vergüenza cuando venía a mi casa y me escondía, o cuando iba a comer al chalé de mis abuelos paternos , decía que allí se hacía el mejor arroz caldoso.Y lo suele decir.

Quiero desde estas páginas reconocer la gran labor de Antoñita Moreno por el folclore español. No solo la copla, sino la jota, el pasodoble,la muñeira,...No en vano uno de sus espectáculos lo llevó por toda España con el título de "Ronda española".Siempre la he considerado una gran estudiosa de la canción en España.

Comenzó a los 15 años  con "Filigranas" en el Teatro Cómico de Madrid y de ahí recorrió todos los teatros del país con"Coplas al viento","Antonia la cantaora","Cantes y bailes de España"...En el cine protagonizó   películas.


"Un caballero famoso"(1942) con Amparo Rivelles;"Pototo,Boliche y compañía" (1948) en donde aparecía el Trío Calaveras",estas dos películas en papeles secundarios ;"Llegada de noche" (1949) de J.A. Nieves Conde; "El bandido generoso"  (1954) con Manolo Morán y Zori, Santos y Codeso;"La reina mora"(1954) tercera versión, junto a Miguel Ligero;"La lupa" (1955) que curiosamente figuraba en el reparto un excelente actor secundario alicantino, Manuel Requena, con más de doscientas películas en su haber ,nacido el 21 /8/1891 en Alicante y falleció en Madrid en 1969.


La última aparición cinematográfica de Antoñita sería en 1958 con "El niño de las monjas",tercera versión de la misma, con Rosita Arenas y el  torero Enrique Vera y  donde la escenas taurinas fueron rodadas en la plaza de toros de Elda.En Méjico rodó "Música de siempre" (1956).También varios cortos dedicados a Sevilla y la saeta.La curiosidad es un papel muy pequeño en "Mr.Arkadin" (1955) de Orson Welles  rodada en España con actores de la talla de Michael Redgrave, Katina Paxinou,Akim Tamiroff...

Sus dos canciones bandera,"Sortija de oro" y "El cordón de mi corpiño".Pero sus saetas ponen los pelos de punta.Sus giras a latinoamérica fueron frecuentes,así como las anécdotas de encuentros con María Felix y Gary Cooper.

Pero a lo que voy con estas letras por encima de todo es que Alicante y su alcaldesa al frente reconozcan de una vez por todas a Antoñita Moreno el título de "hija ilustre de Alicante" por muchas razones. Lleva viviendo en nuestra ciudad más de cincuenta años. Su primer chalet ,en la ahora avenida de Antonio Ramos,lo impartió con su madre y se llamaba "Villa Salud". 

Fueron unos chalets construidos por la entonces Caja de Ahorros del Sureste de España.Luego marchó al Cabo,a otro chalet, "La ratita". Sigue viviendo en un apartamento en los terrenos del mismo.Una figura importante de nuestra cultura que dejó su Sevilla natal por la Alicante mediteránea, a la que ama.

Me he cansado con los últimos concejales de Cultura de Alicante de  pedir en más de ocho ocasiones y  de forma oficial una calle para  Antoñita Moreno,también el homenaje que debería rendirle nuestra ciudad.

Y sino que lo diga Miguel Valor que sabe de ello.No miento.Creo es ahora el momento.No solo de darle el título citado sino  concederle el nombre de una calle y que fuera la próxima mantenedora de la Bellea del Foc.

Se lo merece más que otros muchos.Y a ti, Antoñita, gracias  por seguir siendo amigos desde que llevaba pantalones cortos y me  dabas respeto,bueno te veía una artista y yo un enano tímido.Enhorabuena y un beso.

Paco Huesca


19 de diciembre de 2011

Sandra, la profesora de yoga


Apenas  habré intercambiado unas palabras con ella. Se llama Sandra y es mi profesora de yoga. Imparte sus clases en el Aula Municipal. Y hoy quiero darle las gracias.

Los lunes y miércoles me siento feliz. Antes de ir, y después al regresar.  Cuando asistí a la primera clase estaba atravesando unas semanas con un grado de ansiedad un tanto antipática. Creo que todo era debido a haber pasado de un ritmo acelerado, con viajes, proyectos, ilusiones... a un presente un tanto distinto del esperado.

Ese primer día, yo iba apática y hasta nerviosa mientras me acercaba al Aula, pero tras la sesión, salí relajada y con esa sensación indefinible de haber "conectado" con esa voz dulce que nos indicaba qué debíamos hacer. Buena energía creo que lo llaman. Allí había de sobra.

Postura de montaña, tomar aire desde el abdomen, posturas de equilibrio y concentración, la vela, la pinza... y el triángulo, aquellas clases eran relajantes pero nada sosegadas, ¡afortunadamente! Sandra nos invita a conocer nuestro cuerpo, a no forzarlo, pero sí a trabajar, para mejorar nuestra elasticidad, nuestra postura, equilibrio y concentración, e incluso los abdominales. Yoga activo.





Eso sí, luego llega la hora de la relajación y con nuestras mantas sobre el cuerpo para aliviar el frío que conlleva la calma, Sandra va desgranando palabras que invitan a mejorar nuestra respiración y, a la vez, a ordenar nuestras ideas. 

En esos escasos minutos marca unas pautas sencillas pero sabias: "somos seres limitados, hay cosas que no podemos modificar, debemos ser conscientes de lo que no podemos cambiar y asumirlo", "tratemos, a pesar de las circunstancias, de mantener una actitud optimista y una sonrisa"

Como los seres humanos somos complejos, y nos cuesta ponernos de acuerdo, hoy no ha tenido un regalo por parte de sus alumnos, pero lo tendrá. En esa cuestión sí hay entendimiento.¿Por qué? porque lo merece. 

Hay personas que hacen su trabajo de una manera fría, mecánica aunque sea de cara al público, y otras que vuelcan en él lo mejor de ellas, lo que convierte en un lujo para el que está cerca, recibir sus enseñanzas.

En nuestra clase de hoy-meditación activa-, hemos terminado sudando y riendo en los últimos minutos: éramos un grupo, un equipo que se movía al unísono, gracias a nuestra directora de orquesta particular. Al terminar, y relajarnos, por primera vez nos ha contado un relato con moraleja. 

Venía a decir: "Vive como si fueras a morir mañana y deja de emplear energía en el futuro, en lo que vendrá, en preocupaciones, disfruta del día a día. Vivimos como si no fuéramos a morir nunca, y morimos como si nunca hubiéramos vivido" Lindo ¿verdad?






¿Sabéis lo más bonito de todo? Nos ha dado a cada uno, el cuento envuelto en una cinta roja de regalo. ¡Escrito a mano! Le he dado las gracias dos veces. Y probablemente cuando la vuelva a ver le dé un abrazo. 

Ojala todos supiéramos o pudiéramos disfrutar de nuestro trabajo. Ojala, como en la clase de hoy, hiciéramos más cosas juntosconstruyendo y no viviéramos mirando nuestro ombligo. Sobre todo en estos tiempos.

Ojala todos comprendiéramos que las pequeñas cosas son las más importantes. Una clase de yoga ¿es algo pequeño? o ¿puede ser una pieza fundamental para la vida de una persona porque le hace feliz...?

Sandra, esto va por ti, tus clases son mucho más importantes de lo que puedas creer, o quizás sea una soberbia y probablemente te lo hayan dicho miles de veces, pero al menos a día de hoy, antes de que finalice 2011 y las clases, te digo públicamente:  Gracias por ayudarme a sentirme mejor, eres una gran profesora.

Y tú, ¿tienes que dar las gracias a alguien?


Joana Sánchez

9 de diciembre de 2011

Novelda II.

Hace no mucho hablamos sobre esta localidad alicantina. Tan grata fue la visita que decidimos volver, pero esta vez para conocer su santuario por dentro y también sus calles.

Resultó llamativo el frío que invadía el lugar. En nuestra última excursión tuvimos que deshacernos de las prendas de invierno, como si el caprichoso verano hubiera regresado. Esta vez no fue así y bien abrigados, nos mezclamos con un grupo de visitantes intrépidos. Penetramos en el Santuario de Santa María Magdalena, obra como ya sabéis de José Sala, inspirada en el trabajo de Gaudí.




Lo más llamativo fue comprobar lo pequeño que resulta su interior. Por fuera, su majestuosa fachada, sacada de un bello sueño modernista, hace presagiar un interior con el mismo toque fascinante. Sin menospreciar su encanto, lo cierto es que apenas había espacio para movernos, cuando allí éramos unas treinta personas. Sobre todo a la hora de inmortalizar cada rincón con las cámaras. 


Aunque la vista pronto queda atrapada por sus paredes donde reposan frescos místicos. Aquí va una prueba.


LLAMÓ NUESTRA ATENCIÓN EL ÓRGANO QUE EN 2010 ESTABA PREVISTO SE INCORPORARA AL MOBILIARIO. OBRA DEL ARTISTA IVÁN LARREA (UN INNOVADOR ORGANERO)




EL ÓRGANO


MAQUETA DEL ÓRGANO FOTOGRAFIADA POR ROBERTO MUÑOZ
Resulta interesante el siguiente artículo publicado en el diario Información, donde recoge las dificultades de instalar semejante obra, propia de las construcciones egipcias. Tanto por sus dimensiones, como por sus materiales. El toque humorístico del periodista Pérez Gil, es de agradecer. "Obra "faraónica" en el Santuario de Novelda para instalar el órgano más grande del mundo"

Pero además del peculiar instrumento, una imagen cobra protagonismo en el altar. Se trata de un cuadro atribuido a Gastón Castelló. Artista alicantino que destacó en el área del dibujo, la pintura y el grabado. Sin olvidar su contribución al mundo de la Hoguera como constructor. 





Ya fallecido, en Alicante se le rinde homenaje con una escultura situada en la plaza del Mercado Central, donde se ha convertido en una tradición hacerse una fotografía junto al artista, el cual descansa sentado en un banco.


Al comprobar que hablar de Novelda  necesita de más tiempo y espacio, creo que en el próximo capítulo charlaremos del pueblo, de sus monumentos, de la estatua a Jorge Juan y más detalles que capturamos con la cámara y con nuestras retinas.

La provincia de Alicante tiene mucho que contar y por descubrir. Hasta nuestra próxima escapada. El frío no nos detiene a mi novio y a mí.


Archivo:Novelda-Mapa del Medio Vinalopó.svg

Texto: Joana Sánchez
Fotografías: Roberto Muñoz



 

3 de diciembre de 2011

Un vaso de leche, por favor


El protagonista de esta historia no tiene nombre, al menos yo no lo conozco, pero durante unos minutos sentí el mismo aprecio por él, como si fuera un amigo de toda la vida.

Estaba en una cafetería donde entramos mi acompañante y yo. Momentos antes habíamos adquirido un árbol diminuto de navidad, el anterior se jubiló el año pasado. Decidimos tomar algo caliente tras nuestra caminata. 

En el interior, sólo había una pareja de hombres charlando, las dos camareras y un chico, extremadamente delgado. Llevaba en la mano un par de churros envueltos en una servilleta junto a otros alimentos que no acerté a adivinar.

Mi acompañante había dejado su monedero un instante sobre la mesa. El chico delgado, comenzó un discurso repetitivo con  un tono de voz bajo. Apenas le entendía y mi mirada iba de la mesa a sus ojos, y de sus ojos a la mesa.

Entre nerviosa y seca le espeté "no tengo dinero, estoy en paro" y clavé mis ojos en los suyos.

Su respuesta fue: "no quiero dinero, sólo un vaso de leche"

El nudo en la garganta, la vergüenza y la impotencia se apoderaron de mi cuerpo. Mi acompañante le dijo que pidiera lo que quisiera que ya se pagaría. Sonrío y nos dio las gracias. ¡Incluso a mí!

También pedí un vaso de leche, pero estoy convencida de que no me supo tan bien como a él.

En la barra, podía observar cómo iba introduciendo en su vaso de leche con "Cola-Cao", magdalenas, trocitos de churro, tratando de crear un tetris comestible.

Cuando terminamos, con sabor amargo en la boca, le miré y le pedí perdón. "Pensaba que me pedías dinero y no tengo nada". Las chicas que trabajaban allí nos contaron que venía casi todos los días, pero sus jefes les habían prohibido darle de comer, además de estar vigiladas con cámaras.

"Cuando tenga un trabajo, te invitaré a lo que quieras", le dije en un absurdo arrebato, él me dio las gracias y sonrió como un niño pequeño. No había ni maldad, ni resentimiento en su mirada y me deseó suerte.

Ya en la calle, sólo quería llorar, pero una frase me interrumpió el desahogo: "ahora me ha pedido dinero para una barra de pan", era la voz de mi acompañante, mi madre, una santa. Una mujer sencilla, buena y que al contrario que otras, jamás le daría la espalda a una persona que quiere comer. Le sonreí  añadiendo: "si yo fuera él y me hubieras invitado a almorzar, también querría que me ayudaras con la comida de ese día"

Dedicado a todos los que sólo desean un vaso de leche, en este mundo raro.




Joana Sánchez

16 de noviembre de 2011

Y a ti qué te pasa

-¿Qué haces?

-Yoga, ¿es que no me ves?

-Pues no se te nota relajada... me acabas de dar una patada

-Ah... perdona, es que este aula municipal es tan pequeña

-Tranquila, antes una señora me pisó en la postura del guerrero

-Oye, no sé si es la luz, pero te veo un poco gris

-Sí, esta mañana cuando me he levantado, me vi los pies grisáceos

-Si que viene fuerte este año el virus de la gripe, ¿y te duele?

-No, pero me siento como si fuera invisible. La profesora ni me ha dicho hola al entrar.

-Te confieso que yo casi no te veía, si no me llegas a dar la patada...

-Tendré que ir a mi médica

-Será lo mejor... ¿Tienes estrés? el estrés es el culpable de casi todo ahora

-Mujer..., tengo lo normal, el que se lleva este año.

-¿Y depresión, tienes depresión, o estás de bajón?

-Feliz feliz lo que se dice feliz no soy, pero tampoco me quiero suicidar, yo creo que es porque he dejado de escribir sobre lo que me gusta, y luego están las noticias.

-No te entiendo...

-Sí, la radio, la tele, Internet, y el twitter. Me vuelven loca cada mañana. Que si la prima de riesgo, que si la gente roba en los supermercados para comer, que si las elecciones..., pero es que sales a la calle y la cantinela sigue, y claro, supongo que me ha afectado; ahora sólo escribo cosas relacionadas con el trabajo, y a mí lo que me gustaba era escribir historias.

-¿No te gusta tu trabajo?

-No me disgusta, pero necesito estabilidad y esa palabra la han borrado del diccionario

-¿Quiénes?

-Los mismos que hablan por la radio, la televisión y el twitter, por eso me paso el día escribiendo sobre cosas muy serias.

-Qué cosas, lo siento. Yo vivo sola y me dedico al yoga, a caminar y a hacer sopas de letras, como estoy jubilada

-Qué envidia...

-Hace una hora te hubiera dicho que me cambio por ti, pero viendo todo lo que te pasa, me quedo como estoy. ¡Vaya, parece que estás recuperando algo de color!

-A ver... pues sí, mis brazos lucen pálidos como siempre. Será porque he hablado contigo.

-Mujer, tampoco es para tanto, sólo soy una jubilada que hace yoga para distraerse no una psicóloga

-Pero me has escuchado

-Tendrás amigos...

-No se trata de eso, me has escuchado porque me has visto, para ti no soy invisible, con los tiempos que corren, es un milagro que alguien te vea.

-Hija, yo no te entiendo muy bien, pero al menos ahora pareces una persona y no una viñeta del periódico, y vamos a callarnos, que se supone que estamos meditando.

-Meditemos, pero gracias

-De nada

Joana Sánchez

15 de noviembre de 2011

Un apunte más sobre Arniches.


Ahora por obra y gracia del partido popular parece que se quiere "reinventar" la figura de Carlos Arniches  nacido en Alicante en la calle Golfín. Allí, en una placa que ha estado durante años dejada de la mano de Dios, constata su nacimiento.

Durante estos meses se ha eliminado el premio que lleva su nombre, que era una forma para difundir su obra y su legado. Así lo contaba Cristina Martínez en INFORMACIÓN. Y nuestra alcaldesa anunciaba en el mes de los muertos la intención de traer sus restos al cementerio alicantino, concretamente en ese lugar llamado el Jardín del Silencio.

Un elevado coste mucho mayor que el premio en sí. No sé si en todo este sainete, con perdón, tendrán que ver los nuevos sesudos asesores de cultura de nuestro ayuntamiento.

Personalmente por el respeto que me merecen los difuntos le dejaría descansar en paz en Madrid que es donde realizó toda su carrera y falleció, y no suprimiría el premio que  lleva su nombre. Pero  claro, no soy de Alicante Vivo, igual soy de Alicante...muerto.

Pero me van  a  permitir que cuente algo más de Arniches que nada tiene que ve con el actual partido gobernante en el ayuntamiento de Alicante. Corría el año 1974 y la señora que habitaba la casa de Arniches, a través de  la amistad y cariño hacia mi padre, y en forma de legado me otorgó la titularidad del piso, ya que mi padre declinó.

Ignoro si el contenido que había en el mismo tendría que ve algo con el escritor. Pero era un piso muy grande  en  planta única que da a tres calles con puertas muy altas, como sus techos, y los famosos tragaluces arriba de las puertas.

El piso, como es lógico, generaba unos gastos, y se me ocurrió la idea de enviarle una carta al por entonces alcalde de Alicante. Uno, era bastante joven y no reparó hacerlo por Registro General, o carta con acuse de recibo. La ignorancia me jugó una mala pasada.

Aquella carta en donde le daba la oportunidad al ayuntamiento de Alicante de quedarse con el citado piso con objeto de recrear en la casa donde nació una especie de museo, jamás fue contestada, máxime cuando al año siguiente moría el dictador y llegaba la transición.


Ante el silencio me ocurrió la idea de colocar un cartel en uno de los balcones con el  trillado  "Se vende" con  el teléfono de mi casa. Fue entonces, era  verano, cuando la periodista de INFORMACION por entonces, María Rosa Mirasierras realizó un reportaje en el periódico, foto incluida, y lamentaba el hecho de la apatía del ayuntamiento sobre el inmueble.

Más tarde vendí, lo vendí, a mi pesar y por la falta de contestación, algo típico y  que por entonces ignoraba. El tiempo me fue puliendo. Y se vendió por doscientas mil  pesetas.

Ahora, me temo que aparte de quedarnos sin premio y sin casa, a lo mejor tampoco tendremos los restos. Y es que las cosas mal hechas suelen acabar peor.

Paco Huesca


31 de octubre de 2011

Liderazgo a los 65 en Campello

Creatividad, liderazgo, trabajo en equipo, motivación…, todos estos conceptos tan en boga a nivel empresarial, como personal, tienen cabida en diferentes escenarios.

En el Teatro Auditorio Pedro Vaello en Campello, tuvo lugar un menú especial. Los ingredientes tenían un sabor, y un cierto color a positivismo. Los “mayores” del pueblo, actores, cantantes y bailarines, nos dieron una lección a los presentes.

El alcalde no quiso mencionar la palabra “crisis”,  pero hizo alusión a “los tiempos que corren” en un tono resignado. Entonces se giró hacia el escenario. “Ellos tendrían muchas cosas que contar y aportar”. Y lo hicieron, pero de qué manera.

Su entusiasmo, profesionalidad y sentido de humor, invitaba a la reflexión.
¿Son nuestros mayores más fuertes que nosotros? ¿Podrían ofrecer charlas y ponencias sobre liderazgo, motivación y cómo moverse en un escenario? Rotundamente sí.
Tras tres horas de música, bailes e interpretaciones gloriosas, Roberto y yo salimos respirando valores. Estoy segura de que si nos hubieran hecho un análisis de endorfinas a la entrada;  al salir, hubiéramos dado positivo.

Tras tres horas de música, bailes e interpretaciones gloriosas ; salimos respirando valores. Estoy segura de que si nos hubieran hecho un análisis de endorfinas a la entrada;  al salir, hubiéramos dado positivo.


¡Cuánto nos queda por aprender! No podemos hablar de la escucha activa, si no escuchamos, no podemos hablar de liderazgo si no reconocemos a uno, en este caso a  una líder, si no nos movemos por otros círculos distintos a lo conocido.

La naturalidad cotiza a la baja, y allí además de talento,  ésta se palpaba. La necesitamos para comunicar eficazmente.

Estas personas ¿mayores?  demostraron que tras una férrea disciplina, uno puede conseguir su objetivo: por ejemplo, subir a un escenario e interpretar a un personaje entonando, proyectando la voz y realizando las pausas oportunas. Además de meterte en el bolsillo a todo un auditorio. Cautivar.

Ahí va mi aplauso para todos ellos. En especial, a la líder a la que hacían alusión: una señora, que llevó prácticamente el peso de la obra, con un carisma, una gracia y un saber estar, que nos dejó con la boca abierta.

Aprendí muchas cosas y sentí otras tantas, en esa tarde noche sentada en el patio de butacas. Me contagiaron su optimismo estos mayores-jóvenes emprendedores de una nueva vida.

Joana Sánchez