Tadzio |
He
sido, soy y seré un incansable buscador de la belleza, a veces creí encontrarla,
otras se me escapó de las manos, las más ha sido un espejismo, pero sé de su calor,
el aroma que deja a su paso y los efectos que causa, pero nunca la desnudez de
su perfección fue gruta donde pudiese penetrar, ni sus caminos serpenteados
lugares por donde caminar, lo que no podré nunca olvidar es su
presencia, es imposible, porque llevo adicción de búsqueda.
Reconforta saber
que en la vida de este hombre ya maduro, amante del cine, los
anhelos por aferrarme a la belleza son punto de referencia para
adentrarme en la gruta donde dormita desnuda tan bello sueño.
Si de algo me puedo sentir orgulloso en mi vida, es de amar el cine en total plenitud.
Hay ocasiones que yo mismo me pregunto si ello es honesto, si por
hacerlo el cine va a regalarme otro momento de los miles que pueblan mi mente
cuando recuerdo la placidez de ciertas películas o el rostro inolvidable de
esos seres tocados por la magia de los Dioses que poblaron la pantalla y que yo
absorbo como el primer día...
Muchas preguntas puedo hacerme, pero no existen
respuestas que obviamente puedan satisfacer ese ego de creer conocer todo,
porque cuando lleguen, seguiré estando igual de orgulloso por conocerlo y mis
manos seguirán sudando al recordar y se llenarán mis ojos de fantasía...de
lágrimas también volaré como vulgar ave en busca de ese tiempo que perdí
sentado en las butacas de los cines cuando fui niño, por si la belleza olvidó
enseñarme otra cara que hasta ahora desconocía.
Quien ha contemplado con sus
ojos la belleza ya está condenado a morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario