23 de julio de 2011

Noruega, la tranquila.





Es difícil saber cómo se encontrarán los familiares de las víctimas de la barbarie cometida ayer en Oslo y en Uyata. Y los mujeres y hombres que han quedado con vida y observaron; unos el estallido de una bomba, y otros el disparo indisriminado hacia sus compañeros y amigos.

Noruega, un país al que admirar, por muchas razones. Un lugar donde el desempleo no existe. Donde sus gentes tienen una tasa de alfabetismo del cien por cien. Un país bello y frío pero, donde te vas a la cama tranquilo.

A muchos noruegos-sobre todo de más de sesenta años- les gusta pasar aquí sus días de jubilación. En nuestra provincia, lógicamente. La capital no les ofrece lo que uno merece en esa etapa: tranquilidad y buen clima.

Hoy estarán además de sorprendidos, llenos de dolor por lo ocurrido en su país.Vayan para ellos nuestras condolencias.

¿Qué decir? Les mandamos un abrazo, nuestra solidaridad desde el conocimiento-por desgracia-de lo que significa vivir una tragedia de esas dimensiones y sin justificación.

Beklager



Joana Sánchez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vil asesino cobarde