Quiero   dejar  clara  una cosa. Desde  pequeño me han  gustado  las procesiones. Las veía  con mi gente en una Rambla casi vacía o en un Casco Antiguo en donde las señoritas de mala compañía se arrodillaban y persignaban al paso del trono de turno con las persianas bajadas de  su burdel. Impresionante. 
Y he salido de nazareno con La Verónica y el Cristo de  las Penas; con el Cristo del Mar y Nuestra Señora de los Dolores y San  Juan de la  Palma por aquel  ensanche de La Rambla sin asfaltar, lleno de tierra y piedras, porque así lo quería Tomás Valcárcel; y de penitente (este año  más que nunca)  detrás del Cristo de  la Buena Muerte.
Y los miércoles en Santa Cruz, a pie de plaza del  Carmen y otros años, desde un balcón  privilegiado, y donde  siempre  me han saltado las lágrimas y se me ha puesto el vello de punta. Solo, con mi gente, y con otras personas muy conocidas que también se emocionaban conmigo. Desde  los "cómicos" con su especial  sensibilidad  hasta "gente" de  Casa Real. Y hasta ahí puedo decir.
Luego vino otra época en donde surgieron nuevas procesiones y pasos como setas. Se  llenaron todos los días de la semana santa con esas nuevas procesiones y conjuntos  escultóricos, algunos de dudoso gusto,y sobre todo un protocolo abusivo, excesivo y hasta un tanto kitch. No era lo nuestro, pero se fueron incorporando costumbres procesionales de otros lugares.
Nada tenían que ver con nuestras raíces.Y se realizaron encuentros a porrillo, una "madruga" que quedó en el intento, la venia, la carrera oficial, mil y  un pregones y vías crucis ,pregón, pregonero y abanderado oficial, el capuchino de honor, más saetas que nunca. Más boato, lujo,ornato, nuevos tronos,palios,esculturas,mantos, más "manolas" o señoras con mantilla.
  | 
| La Piedad de  Miguel Ángel | 
Y pasamos de las ruedas a los costaleros/as...Si estilo sevillano,cordobés,granadino...Total, solo nos  falta plagiar o importar, según se  mire,el Sermón  de las Siete Palabras vallisoletano, los tambores de Calanda, y ya puestos,"los  empalaos".
Sin acritud y ánimo de demonizar, y por supuesto sin borrar las procesiones que aunan la cultura popular con la  religiosa,y hoy  por  hoy,dentro de un contexto turístico,lúdico y festivo. Para muchas poblaciones son los días grandes. 
Me he enterado que en el pueblo  malagueño de Coín, todo el dinero que se invierte este año en una de sus cofradías(tronos,flores,mantos,coronas,cirios...) va a ser canalizado por Cáritas para la cantidad de familias que ni tan siquiera pueden vivir, comer por esa maldita crisis o como la quieran llamar. No va a procesionar.
Lanzo esta  reflexión,una realidad, al aire.Puede ser una "boutade".Pero ahí está.Y quien quiera hacer su propia reflexión,que la haga,y sé que supone una procesión para sus cofrades. Ahora bien,deberíamos  pensar lo que supone todo ese dinero para gente que no tiene nada para llevarse  a la boca. 
Este año  en nuestra ciudad, nuevos tronos, nuevos  mantos ,nuevos palios, nuevas coronas... Ay, Dios. Si El y su Madre hablaran mandaban a más  de uno a la porra.
Paco Huesca