1 de noviembre de 2014

Asociación ex hombres lobo



A estas horas una debería estar o durmiendo o de fiesta. Como ni una cosa ni la otra han decidido quedarse conmigo esta noche, me he levantado de la cama a escribir. Una frase rondaba por mi cabeza "no me gusta que mi intimidad quede expuesta en Internet", a mí tampoco, pero depende del trabajo que uno tenga, o de si utiliza este medio con un fin loable, la intimidad es algo subjetivo y a veces resulta hasta positivo hacerla pública, al menos una parte de ella.

Quiero hablar del parkinson y de la Asociación de ex hombres lobo de Alicante.  Hace un año les conocí a través de los medios de comunicación gracias al premio que recibieron para lograr visibilidad. Partiendo de la historia del actor Michael J. Fox, con unas gotas de humor y con mucha naturalidad lograron hacer ruido y difundir el mensaje que tener parkinson era algo normal.


Son diez años los que llevan en activo compartiendo la idea de que uno puede llevar una existencia digna y que cada enfermo no es igual. Es cierto, mi padre es uno de ellos, y a mí me está demostrando una capacidad de superación y de lucha tremenda. Se ha convertido en todo un ejemplo.

Para empezar, quiero compartir que me transmite calma, que me ha hecho olvidarme de las prisas y los agobios, aunque milagroso no es ahora el hombre, y tengo mis días acelerados como el que más; pero es como si un halo de candidez, lucidez y cariño que le sale por los poros le hubiera convertido en otra persona, en otra persona mejor.

Él está bien, aunque camina algo lento pero se nota que la medicación va haciendo su efecto porque hoy ha estado andando durante una hora a buen ritmo. Estaba muy animado. 

Mantenemos conversaciones largas que antes no las teníamos, ya se sabe que el ordenador, si haces algún trabajo por este medio además, absorbe y mucho..., pero este ex hombre lobo me parece más interesante que algunos vídeos o cuestiones que pueda encontrar por aquí.

Hoy ha tenido una pesadilla, no le había sucedido hasta ahora, y lo ha pasado mal, es lógico, porque jamás había tomado una pastilla en su vida y este efecto es por lo visto habitual al principio, y yo no estaba delante, ¿adivinan dónde me hallaba? Sí, aquí.

Los familiares debemos hacer nuestra vida, a nivel profesional y social pero es que hoy estaba cerca de él... y a la vez lejos. Me he sentido mal, pero luego, al cenar juntos he comprobado que ya sonreía y me hablaba con mucha claridad sobre lo que le había pasado. "Las pastillas..." y animado y bromeando, charlaba sobre el próximo paseo de mañana y los planes que tiene. Porque ahora tiene planes-retos.

Yo nunca he sabido que tenía parkinson, a veces lo veía triste pero pensaba que era fruto de la jubilación y de no tener muchas aficiones.

Mi mensaje es sencillo: supongo que mi padre no es un dios, ni el mejor hombre del mundo pero sus virtudes se han potenciado y sus defectos se han difuminado, sigue teniendo carácter pero ser un ex hombre lobo le ha acercado a mí. Mucho, diría yo. Sonrío. Me echa de menos si paso tiempo fuera, sólo quiere que sea feliz ¡y me lo dice! antes no era así.

Estoy aprendiendo de él, y relativizando las cosas, y esos paseos son una terapia ¿para él o para mí? Vuelvo a sonreír. Ojalá todos fuéramos un poco como es él ahora: tranquilo, sin ganas de conflictos, con ilusión por cualquier detalle, con la palabra "ayudar" siempre en la boca, y con alguna broma (buena o mala) cuando se siente bien, que comparte contigo.

No sé si él acudirá a la asociación, creo que no porque es un lobo solitario, pero a la vez ha comprobado que le quieren muchas personas y lo agradece de un modo como tampoco lo había visto antes.

Curiosamente, sus emociones están expuestas y no siente pudor, al revés. Sólo quería compartir esta experiencia con quien se halle en una situación similar. No pasa nada, con humor, energía y sin la autocompasión, se llega lejos. Ah y tampoco nada de sobreprotección, su inteligencia está intacta así que más vale lento pero seguro, pero que nadie ayude cuando no es necesario. Ellos pueden, vaya que si pueden. Doy fe.

Joana Sánchez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por escribir sobre la asociación y sobre el parkinson con naturalidad. Alfredo Lledó.

Alicante Cuenta dijo...

De nada, casi un año después. La vida trae sorpresas, a veces buenas, otras como ésta. Y si no se habla con naturalidad, tanto del parkinson como que de cualquier tema, vienen los problemas. Ahora que ya sabemos lo que le ocurre, comprendemos muchas cosas. Pero a la asociación no ha ido :) ay. Un saludo.