A la apertura al tráfico ahora se unen futuros problemas en la Casa Carbonell si esta operación se lleva a cabo. No imagino cómo deben sentirse los alicantinos de toda la vida que la cruzaban a diario, o los domingos para tomar el sol. Tocar la explanada sería como destrozar el acueducto de Segovia.
Confiemos en la sensatez de nuestra alcaldesa, Sonia Castedo. Si necesitan expresar su opinión en contra de este proyecto (ahora paralizado) pueden dirigirse a PCM
Joana Sánchez
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