Una barbaridad a todas luces, teniendo en cuenta que haya o no petróleo no creo que sea adecuada su extracción por los riesgos de derrame y la consiguiente marea negra en nuestras costas que mataría a la gallina de los huevos de oro de esta región que es el turismo, además del daño devastador en la industria pesquera.
De momento el plan de prospecciones se centra en la zona del Golfo de Valencia, pero quién sabe si en algún momento no se le ocurrirá a algún iluminad@ del gobierno dar el visto bueno para seguir buscando el oro negro frente al Benacantil por ejemplo.
Los pescadores valencianos están que trinan por todo el asunto y piensan interponer una demando contra el gobierno si siguen con llevar adelante los planes anunciados. Como resulta lógico imaginar las consecuencias sobre la actividad pesquera es enorme.
Según los primeros estudios, los rendimientos pesqueros pueden bajar muchísimo en un radio de 30 km alrededor de la prospección. No sólo peces, sino también cetáceos y tortugas huirían del ruido que provacarían los trabajos de sondaje. Son por tanto una amenaza para el sector.
Ecologista en acción lleva años denunciando los efectos dañinos de este tipo de campañas de prospecciones a lo largo del litoral español. Además estos trabajos incumplen la la normativa Estatal y comunitaria referente a la protección de hábitats, así como la internacional sobre el Derecho del Mar.
Espero que los gobernantes que autorizan este tipo de cosas, recapaciten sobre como se ponen en peligro recursos altamente valiosos por intereses económicos de unos cuantos. Los riesgos derivados sobre el ecosistema de estas actividades deberían hacer desistir de ni siquiera sopesar la idea de semejante atrocidad.
Roberto Muñoz