Me gustaría dar un paseo contigo. Porque nos lo pasábamos bien.
-Mira ese gato.
-Espera que haga una foto.
-Cuando subamos, almorzamos.
-Hay que tomar más el sol.
-¿Cuántas vueltas llevamos ya?
-Ponte la gorra bien.
-Anda que no te gusta hablar...
-Mira, ése que viene por ahí es tu amigo.
-Vamos a ver la casa de Rosa...
-No subas los escalones tan rápido.
-Te quiero y no te enfades con tu madre que es muy buena
Pocas veces me había dicho mi padre te quiero. Creo que nunca pero él sí se dejaba abrazar, y tenía su dosis de besos diarios. Y sus regalos en los cumpleaños y en los santos. Hoy no lo tendrá y ya el año pasado estaba muy malito y no lo disfrutó.
Quien no haya pasado por esto me puede comprender. El vacío y la añoranza que siento es algo duro que va más allá de esa porquería de frases del tipo:
"Es ley de vida"
"Era mayor"
En su momento di las gracias a las personas que nos apoyaron esos años tan duros desde 2014, pero cuando algo así te sacude y te rompe en mil pedazos no te enteras de qué ha pasado hasta que transcurre un año.
Y no me da la gana fingir que soy feliz ni ir a bailar ni a la playa, al menos este mes, porque no me lo pide el cuerpo.
En mitad de esa nube en la que estaba subida tras su último año, duro..., agradecía cualquier muestra de apoyo o cariño. Pero ahora en 2018 otra vez junio, otra vez se acercan las fiestas, las mismas que sonaban a música y jarana mientras mi padre se iba, cuando puedo decir con orgullo que los buenos amigos son los que permanecen a tu lado durante el proceso, los que saben por empatía lo que has vivido.
Ha vuelto a mi vida alguien especial que fue mi confidente en la etapa universitaria, Belén y ha demostrado que siempre fue más madura que yo. El dolor nos ha unido y sé que esa amistad que se forjó hace años ahora será para siempre.
Mabel y sus esfuerzos con su vida tan llena de cosas y de una personita tan guapa como Shion siempre está ahí, al teléfono siendo paciente con esa cita que nunca llega :) pero llegará.
Pablo, el tipo más especial del mundo. El que me llama todas las semanas. No ha fallado ni una. Incluso cuando yo he estado menos receptiva. Por algo fuimos novios 9 meses... El título de amigos ya cumplió 14 años. Siempre atento. Cálido y lo mejor: siendo él, sin esperar nada a cambio. Nunca olvidaré cuando te tumbaste en la cama para ayudarme a levantar o mover a mi padre. Y cómo le dabas la mano. Eres un amor. Y me da igual todo lo que piensen. Un hombre y una mujer SÍ pueden ser amigos,sólo amigos.
Esther. Mi cuñada y mi amiga. Gracias por acompañarnos por esos pasillos por estas fechas. Y poner humor donde todo parecía una pesadilla. Esos butacones incómodos y tú ahí pasando la noche con nosotros. Gracias. Gracias. Y tus miradas a mi padre tumbado cargadas de amor. Gracias. Gracias. Por llevarme tantas veces al hospital a mi hermano y a mí. Por querer a mi padre. Gracias.
Mi hermano Paco. Con el tiempo aprendes a comprender los comportamientos de las personas, aunque sean de tu familia. Y ahí estuviste en el hospital, cuando tampoco tú estabas bien. Y le afeitabas y le hablabas del Mon y de todas las cosas que viviste con él.
Mi tía y mis primos de Mula. ¿Qué puedo decir? Son buenas personas. ¿Sabéis lo difícil que es encontrar a personas con un gran corazón? ¿Que sean capaces de dejar sus vidas y venir aquí un mes antes de su fallecimiento? Y sentarse a su lado. Gracias. Gracias. Mi padre siempre quería ir a Mula.
Y no le doy las gracias, a toda esa gente que parece que OLVIDA que he pasado dos años MUY DUROS y que piensan que tengo ganas de diversión porque la vida sigue, o están demasiado centrados en sus vidas y en sus egos que olvidan lo más importante del mundo: LA EMPATÍA. Pero de la auténtica. No esa de pose como la de Facebook o Instagram.
Los amigos que quiero y que están en mi vida son esos que pueden estar tres meses sin verme (como Elisabet) y más tiempo... y nos llamamos como si nada. Con todos sucede lo mismo. Jamás he peleado ni con Esther, ni con Mabel, ni con Belén por esa cuestión. Somos adultos.
Los buenos amigos no sólo son los que están en lo bueno y en lo malo, son los que después de pasar algo MUY MALO no dan por sentado que ya está todo en orden en tu vida. Saben quién eres, te conocen desde hace años y comprenden que por mi forma de ser, puedo mostrar una cara sonriente y estar profundamente triste.
Me han pasado cosas surrealistas estos meses, como perder a un amigo... perdón, a una persona que consideraba un amigo.
También el darme una bofetada simbólica yo al sacar de mi vida a una persona con la que me empeñé en creer que ahí había una amistad.Una persona que no sabe nada de mí y viceversa.
Cuantas tonterías se hacen cuando sufres y de cara a la galería tratas de divertirte y de normalizar la situación. Cuando lo normal es llorar y vivir tu duelo llorando y estando triste porque es SANO.
Ni por asomo hubiera caído en esas dos trampas. Pero qué importan. En realidad, amigos que lo sean de verdad existen 4 o 5. Si superas esa cifra hay que andar con cuidado. Mi padre tenía pocos pero todos pasaron por su habitación para decirle:
"Adiós, capitán"
Volverán esos días de quedar, de reír, y yo intentaré estar a vuestra altura.
Felicidades, Antonio Sánchez Manda allá donde estés.
He sonreído al escribir lo de arriba porque siempre bromeábamos con su apellido, Manda pero que no manda nada. Ay rubio, mandabas y mucho y lo seguirás haciendo.
Juani