Señora alcaldesa:
Como todos los sábados acudí al cementerio municipal de Alicante.Suelo llevar algunas flores a mis seres queridos,usted ya lo sabe,y no es un acto morboso,ni dramático, he conseguido darle la vuelta y para mí resulta reconfortante.
Desde hace muchos años, cada vez que hago mi entrada, la colonia de gatos está situada en la entrada, se dan cuenta de mi presencia y vienen como a saludarme, con sus rabos en alto, señal de que están contentos,y me arropan hasta el panteón familiar, muy cerquita de su hábitat, a la entrada a mano izquierda.
Desde hace muchos años, cada vez que hago mi entrada, la colonia de gatos está situada en la entrada, se dan cuenta de mi presencia y vienen como a saludarme, con sus rabos en alto, señal de que están contentos,y me arropan hasta el panteón familiar, muy cerquita de su hábitat, a la entrada a mano izquierda.
Y allí en un banco situado enfrente del panteón se esperan a que les abra un bote de comida, que luego deposito en la papelera.Durante todo ese rito de colocar las margaritas,me gustan y no son muy caras,poner agua y regar alguna planta que allí hay, ellos,los gatos y gatas, me acompañan,se suben, hacen sus tonterías y algunos se dejan acariciar.
No me encuentro tan solo y dan vida a un lugar en donde se respira paz y tranquilidad.Por otra parte veo necesaria la presencia de gatos en ese lugar por muchas circunstancias.Y la verdad,señora alcaldesa, no solo yo les llevo comida, hay mucha gente, más de lo que usted se puede imaginar, que les lleva comida, pienso y les pone agua, que pasa totalmente desapercibida en la entrada ,en un parterre con árboles y césped.
El último sábado,día 4 de diciembre,fui al cementerio, además era el cumple de mi tía Conchín, a la que conoció y la estimaba mucho como bien sabe.Y me encontré a la entrada unos carteles donde se leía textualmente:
PROHIBIDO DAR COMIDA A LOS GATOS
Hice mis investigaciones y parece ser que fue a raíz de una denuncia de alguien que encontró una caquita en su panteón o así. Nunca, en toda mi vida, me he encontrado semejante cosa en el mío.y más aún, los gatos suelen hacer un pequeño agujero en la tierra para hacer sus necesidades,y luego lo tapan.
Cosa que no ocurre con los perros que lo hacen a la vista. Por esto, según me explican, el concejal de la cosa, imagino sr. Llorens, dio orden al gerente del cementerio,Santiago,nos conocemos bastante, para la colocación de esos carteles absurdos y caducos y trasnochados.
Cosa que no ocurre con los perros que lo hacen a la vista. Por esto, según me explican, el concejal de la cosa, imagino sr. Llorens, dio orden al gerente del cementerio,Santiago,nos conocemos bastante, para la colocación de esos carteles absurdos y caducos y trasnochados.
Señora alcaldesa, los gatos, que por cierto son preciosos y hay para todos los gustos y colores,seguro que a su hija les encantaría verlos,tienen derecho a comer y beber,y desde aquí le digo con todo respeto que siempre que vaya al cementerio y pueda voy a seguir poniéndoles comida.
Al igual que harán el resto de personas amantes de los animales que allí van. Pónganme las multas que quieran, las denuncias del mundo mundial o súbanme al cadalso,seguiré poniéndoles comida.
Al igual que harán el resto de personas amantes de los animales que allí van. Pónganme las multas que quieran, las denuncias del mundo mundial o súbanme al cadalso,seguiré poniéndoles comida.
Reflexione, y haga quitar ese absurdo cartel, que denigra al ayuntamiento en el siglo XXI. Le aseguro, y son muchos años, jamás he visto una caquita de gato en el cementerio.Sí he visto otras cosas denunciables,que las hay y muchas.
Espero que usted,el concejal y Santiago sean coherentes. Los gatos son felices en el cementerio, nos hacen ser felices a los que allí vamos y dan vida. Se lo digo de corazón.Me cuentan que el otro día todo el pienso que tenían puesto, lo tiraron a los basureros. No hay derecho. No pudieron comer. Insisto,voy a seguir dándoles comida porque deben comer y tiene derecho a vivir. El hermano gato como dijo el santo de Asís.
Espero que usted,el concejal y Santiago sean coherentes. Los gatos son felices en el cementerio, nos hacen ser felices a los que allí vamos y dan vida. Se lo digo de corazón.Me cuentan que el otro día todo el pienso que tenían puesto, lo tiraron a los basureros. No hay derecho. No pudieron comer. Insisto,voy a seguir dándoles comida porque deben comer y tiene derecho a vivir. El hermano gato como dijo el santo de Asís.
Esta es una guerra muy personal y especial para mí,y usted me conoce más que algo... y sabe que amo a los animales más que a ciertas personas y voy a seguirla hasta el final.
Atentamente
Paco Huesca