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11 de diciembre de 2014

De exposiciones, talento y una seta en mitad del camino.



Hacía años que 'conocía' al pintor Fran Romero por estos mundos de Internet pero no en persona. Ayer por la tarde, con la llegada de una exposición itinerante en la que una de sus obras participaba, la también pintora y escultora, Elisabet Ibáñez y servidora nos dirigimos con paso firme al Casino Mediterráneo.

Previamente, hicimos una parada en la Asociación de Artistas Alicantinos donde ella iba a participar en un próximo evento y necesitaba entregar sus cuadros. Aproveché para revisar algunas pinturas de la exposición "El desnudo en el arte" donde participó con "El yin y el Yang". 





De vez en cuando es interesante respirar creatividad. Mirar los olores que emanan de las pinturas y creer que todavía existe la suficiente sensibilidad para que algunas personas pasen horas y horas frente a un lienzo dibujando, creando...


Una vez finalizada la primera visita, desafiando el mal tiempo o esta bendita humedad de Alicante, caminamos hacia el puerto. Con la buena idea de atajar el camino, nos dirigimos a la Calle San Francisco, tan conocida por estar poblada por unas 'setas', contra las cuales no tengo nada ni a favor ni en contra, el protagonista inesperado de la tarde fue el suelo. Un suelo mal pintado que me invitó a mirarlo más de cerca. Sí, me caí.

Y mi pregunta es: ¿Qué hubiera pasado si el mal hubiera sido mayor que una herida en mi rodilla y un brazo y muñeca ídem? Mi compañera me advirtió de que la pintura empleada no era la correcta, su textura la hacía especialmente resbaladiza y con la humedad aún más.

A todos nos gusta la belleza. Pero la belleza es un término con muchos significados y un tanto subjetiva, tal vez el dolor que siento se me vaya en un par de días, pero ¿era necesario cambiar el suelo? de hecho ¿eran necesarios estos hongos? ¿la calle resulta más hermosa a los ojos del viandante?

Tras la surrealista historia sólo puedo llegar a dos conclusiones, la primera, no dejen de visitar las dos exposiciones, sobre todo cuando no haya mucha gente, así se disfrutan más, y por otro lado, cuidado con las setas que las carga el diablo, pisen firme y lleguen a su destino con una sonrisa tal y como me la dibujé yo.


Joana Sánchez

21 de diciembre de 2010

Fran Romero Blanco, artista y profesor.


LA MIRADA EFÍMERA
El artista Fran Romero Blanco, licenciado en Bellas Artes por la universidad de Elche, organizó una exposición infantil con sus alumnos.

El acto tuvo lugar en el Estudio de Arte Fran Romero en la calle 30 de Marzo nº 53. Además de dedicar su tiempo a dibujar, pintar, exponer y mantener activa su creatividad, se dedica a la tarea más ¿ardua? y satisfactoria del mundo: enseñar.

Pero no instruye en matemáticas o Literatura, lo hace en arte, en vida.Su estilo está marcado por el perfeccionismo, la sensibilidad y el saber hacer.

NO ME CANSO DE MIRARTE


"Un buen artista tiene que empezar por conocer e intentar pintar y dibujar como en las antiguas civilizaciones, antes de poder hacer  arte de nuestros tiempos..."

Hablar de un artista que dibuja cómics, realiza ilustraciones, pinta, etc. es complicado. Mostrar su obra es más sencillo y honesto. Con "Por amor al arte"obtuvo el 2º premio en el primer concurso de cómics de la revísta ÜALA/ATENEO 2004.




Otra faceta de Fran Romero son los retratos, a continuación una muestra de su obra "Mundo Zurdo". El realismo y la perfección de sus trazados son conmovedores.








 He aquí una muestra de la exposición AEGYPTUM en el Café Nilo








Gracias a Facebook, son muchas las personas que se acercan a la pintura, a la fotografía. Esta red es un medio ideal para que un profesional del arte pueda realizar una gran exposición sin límites. Esto le ha sucedido a nuestro protagonista. Un sinfín de seguidores disfrutan de sus cuadros y de todo su trabajo.

Otra muestras de diversos trabajos en los que la variedad tiene un nexo: la sensibilidad humana.










Tras dar un paseo por la obra del joven pintor, destacamos su Escuela de Arte de nuevo. Los niños y mayores necesitan una educación artística. Dejar volar su imaginación, sumergirse en otros mundos que aparecen al observar un cuadro. Utilicemos las manos para crear y si puede ser gracias a un maestro como él mejor que mejor.



Joana Sánchez