Tenía que ocurrir, la chispa entre ella y yo surgiría. ¿En qué momento? ¿Cómo? No tenía respuestas.El domingo pasado, junto a mi compañero de aventuras aterrizamos en Santa Pola. ¿Plan? Ninguno.
Simplemente queríamos respirar, relajarnos y en mi caso encontrar ese guiño cómplice de bienvenida.
¿Mi nuevo amor por Madrid podía más que el de mi terreta?
Las respuestas vinieron solas. Comimos frente a la playa (nada de restaurantes) y como entretenimiento tuvimos las olas, el azul del cielo y a estos locos que practican el Kitesurf.
Ahora ya tengo la respuesta: os quiero a las dos. ¿Por qué? porque no tenéis nada en común.
Y a ti, ¿qué ciudad te robó el corazón?
Joana Sánchez
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