10 de octubre de 2012

El estéril debate de la ciudad.


SONIA CASTEDO


Encorsetado entre un domingo y el día de la Comunidad,y a comienzos de un largo  acueducto ha tenido lugar en Alicante la representación  del extraño debate de la ciudad, a  petición de la oposición y con el consentimiento del partido gobernante,y sobre todo de su alcaldesa, algo impensable el año pasado sin ir más lejos

¿Ha servido para algo el debate? Pues sinceramente, no.Hasta a algunos concejales les fastidió por cortarles el rollo del puente, ellos tan currantes. Y la representación duró aproximadamente unas dos horas, y como en toda obra teatral que se precie, había público, y  hasta clacke. 

El guión se lo llevaron todas las partes escrito, ni siquiera fueron capaces de aprendérselo de memoria como  hacen los buenos actores en las grandes obras. Ha sido una burda representación. Una puesta en escena bastante mala, anodina y con final previsible. En resumen, un  verdadero pestiño,un bodrio.


Los actores en cuestión se tiraron los trastos como es la normalidad,con la novedad de pedir la dimisión de la alcaldesa imputada.Por la parte contraria,lo lógico en estos casos. Somos estupendísimos y estamos haciendo una ciudad magnífica con flowers y más bonita que ninguna. Cruces de reproches personales ,algo que me parece patético en la clase política, y ninguna aportación interesante para la ciudad porque si mal no recuerdo era el debate de la ciudad.



Qué pena, en vez de aportar nuevas  ideas, consensuarlas  y remar todos al mismo lado para conseguir que esta ciudad nuestra no llegue a la mediocridad que está llegando,y sin casi darnos cuenta.Porque señores, Alicante está siendo muy mediocre en todo,políticos incluidos. Carente de ideas, y sin movilidad alguna. Dos horas estériles para un debate cerca del teatro del absurdo. Hubiera sido deseable otro tipo de debate,donde hubiésemos asistido a un alto gran debate de altura con  ideas para nuestra ciudad.

Penoso y estéril.Y el final,como estaba previsto.Algunos de los actores, malísimos. Y la actriz principal demostró lo que quería demostrar, y fue muy aplaudida por sus palmeros, clacke incluida porque se notaba mogollón.

La guinda del día la puso el Hércules de Alicante, haciendo una vez más el ridículo, con una afición asqueada de la cúpula.Igual lo mismo de asqueada que los alicantin@s de la ciudad que dirigen los políticos y empresarios , tantos unos,de todos los colores, como los otros.Porque aquí,señores y señoras, no se salva casi nadie.Veremos si somos capaces de salvar Alicante...y  sin debates absurdos.




Paco Huesca

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