Decir que ha muerto Berlanga es decir que desaparece uno de los más grandes directores que ha tenido España con permiso de Buñuel.Con Berlanga muere el cine español del siglo XX porque sencillamente cincuenta años de España, ya sea en blanco y negro o en color, han sido filmados por Berlanga para que aprendamos a reírnos de nosotros mismos.
En la Real Academia Española de la Lengua en 1982 introdujo las voces "charlotada"(de Charlot) y "cantinflada"(de Cantinflas). Pero en España se viene utilizando de manera mucho más frecuente el adjetivo "berlanguiano". Es por ello por lo que postulo,ahora sería el mejor momento, incorporar al diccionario de la RAE el adjetivo" berlanguiano".
En una entrevista Luis se decantaba por "berlangada" pero reconoció que podía sonar a peyorativo. Ha sido un Quijote y Sancho , a la vez, de nuestro cine. Cuando los ministros de Franco le informaron que era bolchevique, anarquista y comunista, el dictador respondió:"es un mal español".
No voy a hablar de su cine, ¿quien no lo conoce?. Ni de sus películas.Son parte de nuestras vidas, la de muchas generaciones. Aunque me gustaría decir que de la monumental obra de Berlanga puede decirse, pese a sus irrelevantes altibajos, no tiene parangón en la historia del cine español.
Su penúltima película "Todos a la cárcel"(1993) que por cierto inauguró los cines Ana de Alicante,hablaba sobre el alto grado de corrupción alcanzado al final de la etapa del gobierno socialista.Hubiera sido maravilloso verle dirigir la situación actual en su Valencia natal.A buen seguro veríamos una corrupción muy "berlanguiana". Y todo en 17 films, y 6 incursiones como actor, la más curiosa "Tuset Street" con Sara Montiel.
¡Adiós,señor Berlanga!,y gracias por aquellas palabras escritas en la exposición de La Lonja.
Paco Huesca