Si esto fuera el guión de una película probablemente formaría parte de una sátira terrorífica, un estilo a "La comunidad", con la gran Carmen Maura.
Llevo dos años sin dormir. Sí, todo comenzó por el año 2013. En esta Alicante nuestra, en este país nuestro, el sueño de los demás no es algo que se tome en serio. De hecho, si uno tiene la osadía de quejarse por esta cuestión te tachan de amargada o exagerada.
Hoy tenía un cuadro flamenco en mi habitación (con sirena de la policía incluida) siento no poder deciros el tema ,no me gusta especialmente ese tipo de música. Los vecinos andaban alterados, así llevan una temporada, ¿servidora? Llevo así varios años.
Me he acostumbrado a llevar auriculares todo el día (si estoy frente al ordenador) y cuando trato de dormir, suelo escuchar música relajante. Lo he probado todo: dormir en otra habitación, incluso dormir en otro piso pero la pared da al lugar de los hechos.
Hace unos años, le rogué, supliqué y creo que hasta lloré a una persona: que me dejara ir a su casa. No era un capricho, es que ya rozaba el histerismo. De hecho, el no dormir, unido a escuchar la misma canción está considerado tortura. No me ofreció su morada y a día de hoy no puedo comprender tanta crueldad. Sobre todo porque le cedí mi techo en varias ocasiones.
Hoy, alguien ha sido testigo de lo que hablo. Ya lo sabía, pero lo ha vivido en sus carnes.
No hay nada peor que la venganza de quien se siente reprendido, y eso sucedió ayer: llamaron la atención a los del "cuadro flamenco" pero servidora no estaba presente, así que me perdí la escena: lágrimas, madres defendiendo el descanso de sus pequeños, en fin, lo "normal" en este país.
Así que La venganza de Don Mendo, al lado de lo que hemos soportado esta mañana ha sido un chiste breve.
Menos mal que el sentido de humor y los buenos amigos prevalecen. Ya me han ofrecido lugares donde dormir para descansar tanto mi cuerpo como mi cerebro. No es que lleve los 365 días del año sin pegar ojo, pero el acto de ir a la cama se ha convertido en la noche de Reyes pero sin sorpresa guay. La sorpresa puede ser una piedra que tiran a tu fachada, o un estruendo que despierta a todo el bloque. Un perro ladrando puede resultar molesto, pero esto era y es insufrible.
Si habéis visto WAR INC pues, lo mismo. Tú tratas de mantener una conversación normal, y de repente: boom, zas... Vives en mitad del caos, como en una ciudad tomada, y no exagero.
El ruido mata. Eleva el grado de irritación, aumenta la ansiedad, y el mal humor hace acto de presencia. Sabía que un día u otro, esto llegaría a su cúspide, y lo ha hecho.
Durante dos años sólo lo soporté yo, tenía el gran "privilegio" de dormir cerca de la jauría y a nadie parecía importarle. Ahora sí, menos mal. Aprovecho: gracias por nada a quien le rogué pasar un fin de semana entre cuatro paredes que no fueran éstas.
Todos tienen un vecino amante del bricolaje, de poner la música alta, la televisión, de no quitarse los tacones y "desfilar" a las cuatro de la mañana, pero este caso roza lo esperpéntico. Y se alarga en el tiempo.
A mí no me molestan los ronquidos, o el ruido de los coches, sino personas. Personas que no deberían vivir en un edificio sino en plena selva, aunque me gustan los animales y me dan penica.
Si no duermo mi humor cambia, me enfado con facilidad, y pareces un extraterrestre si te quejas: "Todos lo hemos sufrido", ya, pero eso no es un argumento ni solución. Sé de quien ha ido al Ayuntamiento a poner una queja, incluso para saber qué niveles de ruido están permitidos y es como vivir durante unos minutos en Dinamarca para al terminar la lectura comprendas que esto es España, y que tu descanso da igual. Es algo que se ha de asumir.
A mí me costó una discusión seria. Un día, cuando llevaba noches sin dormir y trabajando frente al ordenador sin descanso. Exploté. Y hoy me llamaba la atención cómo ahora hay personas que al verse perjudicadas, han reaccionado mucho peor que yo.
Invito a la calma (aunque cueste) a llamar a la policía (aunque no vengan) invito a pedir ayuda a un amigo y que te ceda una habitación. Al sentido de humor: mil gracias a los que hoy me habéis dado una sobredosis, a buscar soluciones: buscar otro hogar aunque la economía no sea boyante.
Porque el ruido, nuestro descanso no es un problema para quienes debiera serlo. Y muy serio. Y lo más triste: la culpa no es nuestra. No elegí tener a gente así a mi lado.
Mi salud se ha visto resentida varias veces, pero la que preocupa es la de personas que tienen alguna enfermedad donde el descanso es fundamental y les afecta el doble si lo pierden.
¿Os acordáis de Michael Douglas en "Un día de furia"? Pues no, calma y tomad aire tres veces, y cuatro. Resignaos. Sólo la buena gente que os rodee y la aceptación son la solución, por ahora.
Si algún día alguien me ruega o suplica: "¿Puedo ir a tu casa?" será bien recibido si su nivel de estrés se eleva más que las acciones del Santander.
¿Un poquito de música? Pero esta vez de la buena y sin subir el volumen.