Manga. Como la gran mayoría, yo pensaba que los seguidores de este tipo de lectura japonesa se reunían de vez en cuando en eventos, se disfrazaban y lo pasaban bien. Como una opción más de ocio un tanto pintoresca.
Este año, gracias a Maribel Iborra, me vi inmersa en una aventura como la del 5º Salón del Manga de Alicante que organiza junto a dos compañeros: Rogelio y Miguel.
Los artículos especializados los encontraréis en distintos medios. Hoy quiero explicar cómo ha sido esta experiencia para una novata, desde el punto de vista de quien se siente intruso en una fiesta al principio, y al pasar las horas comienza a notar una sensación positiva acompañada de una comodidad que agradecí.
Me asignaron el puesto de Información. Un lugar desde donde debía indicar a los asistentes los horarios, las zonas de inscripción a los distintos actos, o atender cualquier otra cuestión. Si no hubiera sido por Mercedes y por Manu, mi tarea habría sido complicada.
Con Miri, profesora de inglés, voluntaria y conocedora de la cultura japonesa |
Me asignaron el puesto de Información. Un lugar desde donde debía indicar a los asistentes los horarios, las zonas de inscripción a los distintos actos, o atender cualquier otra cuestión. Si no hubiera sido por Mercedes y por Manu, mi tarea habría sido complicada.
Con Antonella, responsable con mayúsculas |
Desde el minuto uno, comprobé el buen ambiente que reinaba entre los voluntarios. Personas que deciden ceder su tiempo y energía, en ayudar a que todo funcione en un espacio, donde son otros los que se divierten. Generosidad en estado puro.
En esta ciudad nos quejamos de que no se llevan a cabo muchos actos culturales, de ocio..., o más bien que no se publicitan.
En este caso, la afluencia de gente de todos los puntos de España, me resultó llamativo, aunque pronto he sabido que el trabajo que llevan realizando desde hace un lustro ha dado sus frutos y por ello, gozan de prestigio entre este tipo de actos que se llevan a cabo en ciudades como Barcelona o Murcia. Cada año el número de visitantes aumenta.
En cuanto al perfil de los presentes: niños, adolescentes, adultos, familias...
Algunos venían vestidos como los personajes de algún vídeojuego, manga, anime... y resultaba atractivo, curioso, incluso divertido. Sé que hoy muchos medios recogen esas imágenes porque son las llamativas (algunos atuendos eran espectaculares) pero, al vivir el Salón desde dentro, he comprobado que no existe un comportamiento homogéneo.
Por ejemplo, este año contaron con Paco Huesca para hablar sobre cine y se proyectó "Los 7 samuráis". No pude asistir a su charla pero los asistentes me dijeron que fue de lo mas entretenida y didáctica.
A estas alturas, no sabría ni definir qué significa "friki". Una señora, me comentó que sus hijos se vestían para acudir al Salón y un vecino no lograba entender cómo lo 'consentía' Cuando él pertenece a la fiesta de Moros y Cristianos, una fiesta diferente pero donde también existen ciertos rituales.
El resumen que hizo de porqué le parecía buena la manera de divertirse de sus hijos me pareció sensato y a su vecino también, menos mal :)
"Mi hijo utiliza la imaginación cuando se hace un atuendo.Invierte tiempo en confeccionarlo. Se relaciona con otras personas, comparten gustos; por ejemplo, en la acampada de esta noche, he comprobado la solidaridad entre ellos, mi hija tenía un problema en un pie y rápido alguien se ofreció a solucionarlo. Compartir y relacionarse es importante, sano, y es lo que veo aquí, si puedo les acompaño porque también me divierto."
Estoy de acuerdo, porque el ser humano nace para aprender y crecer, pero no todos siguen esa línea. O creen que sólo se aprende en lugares concretos. Vivir va de la mano de observar desde escenarios donde jamás imaginaste estar presente, para llevarte gratas sorpresas.
Por otro lado, en una sociedad donde adueñarse de lo ajeno se ha convertido en algo natural, durante estos dos días, nos entregaron carteras con dinero en efectivo, móviles, y todo tipo de enseres perdidos. Honradez y empatía.
Nunca he pertenecido a asociación alguna, ni había sido voluntaria. Supongo que ayudar en mi entorno me parecía suficiente.
Pero compartir mi tiempo con personas de edades diferentes a la mía, colaborar en una causa común: que el engranaje del evento funcionara, fue un acto natural. Que se llevó con sentido de humor, un algo de agobio en momentos puntuales, un bastante de dolor de pies nada grave ayer domingo, un trato por parte de los organizadores espléndido (comida, transporte, etcétera) pero sobre todo, con compañerismo.
Para mí, como intrusa, repito, y un tanto asustada por vivir algo nuevo, ha resultado además de positivo, una lección de humildad (una más) donde destaco cómo una pasión puede convertirse en un acto que tan buenas críticas recibe, y que llevan a cabo personas a las que no les gusta ni hablar en público ni el protagonismo.
Ellos sólo querían divertirse.
Joana Sánchez
En esta ciudad nos quejamos de que no se llevan a cabo muchos actos culturales, de ocio..., o más bien que no se publicitan.
En este caso, la afluencia de gente de todos los puntos de España, me resultó llamativo, aunque pronto he sabido que el trabajo que llevan realizando desde hace un lustro ha dado sus frutos y por ello, gozan de prestigio entre este tipo de actos que se llevan a cabo en ciudades como Barcelona o Murcia. Cada año el número de visitantes aumenta.
Algunos venían vestidos como los personajes de algún vídeojuego, manga, anime... y resultaba atractivo, curioso, incluso divertido. Sé que hoy muchos medios recogen esas imágenes porque son las llamativas (algunos atuendos eran espectaculares) pero, al vivir el Salón desde dentro, he comprobado que no existe un comportamiento homogéneo.
Por ejemplo, este año contaron con Paco Huesca para hablar sobre cine y se proyectó "Los 7 samuráis". No pude asistir a su charla pero los asistentes me dijeron que fue de lo mas entretenida y didáctica.
Con una madre creativa |
A estas alturas, no sabría ni definir qué significa "friki". Una señora, me comentó que sus hijos se vestían para acudir al Salón y un vecino no lograba entender cómo lo 'consentía' Cuando él pertenece a la fiesta de Moros y Cristianos, una fiesta diferente pero donde también existen ciertos rituales.
El resumen que hizo de porqué le parecía buena la manera de divertirse de sus hijos me pareció sensato y a su vecino también, menos mal :)
"Mi hijo utiliza la imaginación cuando se hace un atuendo.Invierte tiempo en confeccionarlo. Se relaciona con otras personas, comparten gustos; por ejemplo, en la acampada de esta noche, he comprobado la solidaridad entre ellos, mi hija tenía un problema en un pie y rápido alguien se ofreció a solucionarlo. Compartir y relacionarse es importante, sano, y es lo que veo aquí, si puedo les acompaño porque también me divierto."
Con un compañero apasionado por las chapas y con ganas de ayudar |
Estoy de acuerdo, porque el ser humano nace para aprender y crecer, pero no todos siguen esa línea. O creen que sólo se aprende en lugares concretos. Vivir va de la mano de observar desde escenarios donde jamás imaginaste estar presente, para llevarte gratas sorpresas.
Por otro lado, en una sociedad donde adueñarse de lo ajeno se ha convertido en algo natural, durante estos dos días, nos entregaron carteras con dinero en efectivo, móviles, y todo tipo de enseres perdidos. Honradez y empatía.
Nunca he pertenecido a asociación alguna, ni había sido voluntaria. Supongo que ayudar en mi entorno me parecía suficiente.
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Con Irene, que vino a visitar el Salón y a mí, mil gracias |
Mercedes, que vino desde Elda sólo para acompañar a su marido y acabó trabajando. Dulce y eficaz. |
Pero compartir mi tiempo con personas de edades diferentes a la mía, colaborar en una causa común: que el engranaje del evento funcionara, fue un acto natural. Que se llevó con sentido de humor, un algo de agobio en momentos puntuales, un bastante de dolor de pies nada grave ayer domingo, un trato por parte de los organizadores espléndido (comida, transporte, etcétera) pero sobre todo, con compañerismo.
Sentados: Miguel, Maribel y Rogelio junto a los responsables de las distintas áreas |
Para mí, como intrusa, repito, y un tanto asustada por vivir algo nuevo, ha resultado además de positivo, una lección de humildad (una más) donde destaco cómo una pasión puede convertirse en un acto que tan buenas críticas recibe, y que llevan a cabo personas a las que no les gusta ni hablar en público ni el protagonismo.
Ellos sólo querían divertirse.
Mi recompensa: un diploma, mi camiseta de voluntaria y una ilustración preciosa que me regalaron. |
Joana Sánchez