Hoy leeremos en prensa, veremos por las redes sociales, muchos lazos rosas, muchos famosos uniéndose a la causa. Como tú, como muchos, yo no tenía ni idea de qué iba 'eso' del cáncer de mama.
Me parecía importante realizar revisiones cuando corresponde, y poco más.
Pero, cuando es tu amiga, alguien que pertenece a tu pequeño universo,la que lo sufre, las cosas son diferentes. El cáncer de mama no se reduce a un día, ni a un lazo rosa. Ni a Twitter, ni a Facebook con mensajes cargados de buena intención.
Para mí, esas tres palabras tienen nombre y apellidos.
Esther, es una luchadora, por muchas razones, pero ésas van más allá de la enfermedad. Ni un sólo día la he visto derrumbarse, al menos, no como se debería esperar en estas circunstancias. ¿Llorar? ¡Claro! ¿Desesperarse? ¡Claro! Pero no ha dejado de pelear. Contra viento y marea. Creo, que su mejor apoyo en algunos momentos ha sido ella. "Venga, que tú puedes..." me contaba que se decía.
A pesar de encontrar poco apoyo, pero sí el suficiente: el que te dan las personas que te quieren de verdad, ha peleado como una jabata. Se ha caído, ha llorado, se ha vuelto a levantar y sólo pedía una cosa: amor. ¿Acaso no es lo que necesita el ser humano?
Todos tenemos problemas. Todos creemos que nuestros obstáculos diarios son horribles, que el mundo tiene preparado lo peor para nosotros cuando las cosas nos van mal.
Ella me ha dado algún abrazo que otro, me ha escuchado, a pesar de tener que enfrentarse a momentos en los que la soledad estaba presente.
Una puede ser buena amiga, pero no puede estar siempre cuando te necesitan. Y aunque la ciencia avanza que es una barbaridad, ciertas situaciones duras, de esas que se te quedan grabadas en el disco duro, no se pueden evitar todavía. Y las vivió, las gestionó a veces acompañada, a veces sola.
Como mucho, los que queremos a esa persona, podemos hacer una llamada, escuchar, compartir unas horas, reír cuando no toca, y desear que ese ser humano que está enfrentándose a un tigre de bengala, sea feliz.
En un año, su vida ha cambiado tanto que además de haber ganado la batalla, se ha convertido en una mujer más sabia, paciente, ¿más buena...? Ella dice que cree ser mejor persona que antes... Yo no creo que nunca haya sido mala :)
Soy una cobarde, y así se lo dije en su día. Cuando fui a visitarla, pasé un buen rato en la calle, hice alguna llamada, di paseos, calmé mis nervios y me tragué alguna lágrima. Eso lo puedo decir ahora :) que ella, está con quien ama, aunque tenga que resolver aún algunos flecos.
Está en un lugar donde la quieren, la tratan bien, la respetan y le dan el calor que le hace falta.
Está en un lugar donde la quieren, la tratan bien, la respetan y le dan el calor que le hace falta.
Esther es sonrisas, rizos que se secan al aire, Carlos Baute, inocencia y reflexión, es una hija que echa de menos a una madre que se le ha ido muy pronto, es delicada como una flor, y a la vez, un volcán que cuando entra en erupción suelta verdades y dolor a raudales, para calmarse e inspirar ternura.
No sé si poner un lazo de color rosa, prefiero poner una sonrisa, y estas fotos. Donde se ve a una amiga que lo ha superado. Que me contaba que deseaba ayudar a los peques que tengan que pasar por esto. ¡Ella es así!
EN ABRIL DE ESTE 2015... SIN PERDER LA SONRISA |
AL MES SIGUIENTE, EN SU PRIMERA SALIDA CÓMO SON DE MENTIROSAS LAS FOTOS AMBAS TENÍAMOS PROBLEMAS Y SONREÍAMOS PARA COMPENSAR |
¿Y si le digo a esa persona que la quiero?
Joana para Esther o viceversa