Cuando
comenzó Alicante Cuenta, nos hicimos eco de varias asociaciones que podían ser
de interés, o simplemente tratamos de ayudar a difundir la labor de algunas de
ellas.
En
esta ocasión hablamos de ASPALI, la Asociación
Asperger Alicante. Puede que tengas cerca a una persona con este síndrome
(que no enfermedad) y no sepas de su existencia. No importa el grado en el que
se halle, más leve, más pronunciado, la cuestión es que las respuestas no están
en los amigos, en la familia, sino en lugares como éste donde expertos pueden
orientar y hacer más fácil la vida de estas personas.
Cada
persona con Síndrome de Asperger es única y diferente a las demás, y en esta
diversidad influyen varios factores: su personalidad, su inteligencia, sus
áreas de interés (que pueden ir desde los dinosaurios, los trenes o los
ordenadores hasta la música, las ciencias o la astronomía), el contexto
familiar, educativo y social que le rodea, la presencia de sintomatología añadida
(como ansiedad u obsesiones), o la intervención que ha recibido a lo largo de
su vida.
Algunas personas con Síndrome de Asperger pueden resultar difíciles de diagnosticar debido a que aplican su inteligencia para aprender las reglas sociales del mundo que les rodea, como si de alguna manera adoptasen un papel que les ayudase a pasar desapercibidas.
Algunas personas con Síndrome de Asperger pueden resultar difíciles de diagnosticar debido a que aplican su inteligencia para aprender las reglas sociales del mundo que les rodea, como si de alguna manera adoptasen un papel que les ayudase a pasar desapercibidas.
Para
estas personas el coste emocional es mucho mayor y pueden haber recibido
diversos diagnósticos erróneos a lo largo de su vida: fobia social,
trastorno de la personalidad esquizoide, depresión o ansiedad, trastorno
obsesivo-compulsivo e incluso esquizofrenia. Por este motivo, la necesidad
de un diagnóstico exhaustivo y diferencial es imprescindible para romper las
barreras que sufren las personas con Síndrome de Asperger, evitar el
aislamiento y mejorar su integración social.
En
esta página, Sapp, se puede encontrar una
amplia información en un tono ameno sobre el Asperger en personas adultas,
niños...
Camilo
es un chico de dieciséis años con el síndrome de Asperger que explica el lado
positivo y el negativo de este síndrome, pero a la vez, transmite mucho
optimismo a través de su propia experiencia. El vídeo es de 2010 pero es uno de
los testimonios más cercanos que he encontrado.
Emplea
un lenguaje sencillo y a la vez, demuestra una madurez que invita a querer
conocer más sobre qué significa ser asperger, y el grado de comprensión que
hemos de tener el resto ante sus esfuerzos por hacer lo que consideramos
'normal'; él ha conseguido sentirse bien, que al fin y al cabo es lo más
importante.
"No deben preocuparse, al revés, deben alegrarse", asevera.
Camilo ha crecido.Camilo ha decidido que no quiere ser conocido por tener este síndrome. Su sinceridad le lleva a confesar que no va a iniciar ninguna relación con ninguna asociación, ni grupos, ni va a añadir a personas que no conoce ni a su messenger ni a Facebook porque ¡lo odia! :) y me parece sensato.
Creo que no todas las personas tienen que acudir a un grupo específico para 'curarse'. Yo tuve agorafobia y hace años quisieron que formara parte de una asociación, no me gustaban las etiquetas y tenía 20 años más o menos, así que comprendo a este chico que se ha sentido desbordado por el apoyo (el cual acepta y agradece) pero también presionado con la mejor de las intenciones, supongo.
A veces, con la ayuda de una persona (un psicólogo, un psiquiatra...) es suficiente para salir adelante.
A veces, con la ayuda de una persona (un psicólogo, un psiquiatra...) es suficiente para salir adelante.
Si él lo ha conseguido por esa vía, hay que respetar su elección. Las asociaciones pueden ser positivas para que otros se sientan apoyados o respaldados por gente con una situación semejante a la suya pero, si somos únicos, también lo somos para elegir cómo sentirnos mejor.
Joana Sánchez