4 de mayo de 2012

Exposición en la Ciudad de la Luz, dirige Paco Huesca



Paco Huesca, cinéfilo y propietario de los cines Astoria ha vivido por y para el cine. Durante años, ha buscado entre la mejor filmografía para mostrar en sus salas, por ello  es considerado un exhibidor creativo que peleaba por ofrecer un cine de calidad en Alicante. Los alicantinos le debemos mucho.

Ahora es el turno de darle las gracias acudiendo a partir del 8 de mayo a la Ciudad de la Luz donde se expondrá la cartelería fotográfica de su fondo particular. 

Han tenido que transcurrir muchos años hasta que esa valiosa colección cumpliera su misión: ser mostrada para disfrute de los amantes del séptimo arte, nada menos que trece, pero desde aquí, con optimismo y alegría por él lo celebramos, y os invitamos a conocerla, a descubrir la magia que se esconde detrás de cada objeto.

Paco es más que un exhibidor, es un luchador y ha contado y cuenta con buenas amistades dentro del círculo de actores y directores que, con sus películas de éxito, unidas al empeño del Sr. Huesca en que se estrenaran en la terreta, ha conseguido durante años, hacer de su trabajo un lujo del que nos hemos beneficiado todos los que acudíamos a los Astoria.

En su casa se percibe el cariño que le tienen gentes como José Luis Sampedro, fotos inéditas decoran las paredes, caras conocidas del celuloide, artículos de cuando Paco colaboraba en la prensa local (le echamos de menos) 

Deseamos que este gesto sea el inicio de próximas colaboraciones porque andamos escasos de entendidos en la materia. No podemos desaprovechar el talento de nuestros alicantinos, Paco tiene mucho que enseñar.

Pero la noticia hoy es que desde el 8 de mayo hasta el 31 de julio podremos disfrutar de su colección. La muestra Carteles de cine será inaugurada por el concejal de Cultura de Alicante, Miguel Valor, y del director general de Ciudad de la Luz, José Antonio Escrivá.


Texto:   Joana Sánchez

Imagen: Roberto Muñoz

29 de abril de 2012

Apelo al Juzgado de lo penal nº 6.


Por segunda vez he acudido al Juzgado de los Penal nº 6 con objeto de retirar ciertos bienes incautados en su momento por un triste suceso, al menos para  mí, ya  pasado, que no ha llegado a más,y ha quedado resuelto.

En su momento, hace casi dos años y medio, se me confiscó, requisó o como quieran llamarlo, una bufanda (Armand Basi ),un gorro (Peter Murray) ,un anillo triple ( Cartier) y  cuatro   anillos de oro de las cuatro personas que más quise en esta vida.Todo lo llevaba puesto.


Los  cuatro anillos  eran un recuerdo único e  imborrable para mí.Ha pasado todo ese tiempo, se ha resuelto el suceso,y se me avisó para retirar mis bienes incautados que estaban depositados en el Juzgado.En un  comienzo en el de Instrucción 5 y que  posteriormente pasó al Penal 6. Fui a ello y me encontré con la bufanda,el gorro y el anillo Cartier. Pero  nada de los cuatro anillos que estaban inscritos en su interior.

Sí existe un libro donde se dice de su existencia y un sobre en donde consta   que estaban depositados pero  que  está vacío. Se me ha llamado de nuevo, y he ido con toda ilusión, y se me ha mostrado una serie de sortijas y sellos de oro que nada tienen  que ver  con los míos. No están los cuatro anillos de oro que tanto deseo volver a llevar.


Me dicen que van a seguir mirando...¿Dónde? Creo que este tipo de bienes deben de estar clasificados,ubicados, conservados, custodiados, relacionados en el almacén o caja fuerte correspondiente.Y ahora,¿qué? He de pensar mal, cosa que no quiero. Me cruzo de brazos, y pienso en un error o negligencia que es de humanos.


O he de  interponer una denuncia al Estado, en este caso al Juzgado, por la desaparición de cuatro anillos que son de mi propiedad, aparte del valor sentimental incalculable.

Apelo a los titulares de ambos juzgados, sobre todo al Penal nº 6, que se ponga en mi lugar y piense su Señoría si hubiera sido al revés. Es una cuestión de pura justicia.Le rogaría intente encontrarlos. Gracias.

Paco Huesca

Imagen: Jesús

6 de abril de 2012

Gabriel Miró no tiene casa en Alicante

Cuenta la leyenda... me apetecía comenzar así, pero no os voy a hablar de ninguna historia ficticia. Lo cierto es que ayer Roberto Muñoz me mostró un hallazgo en nuestra bendita ciudad. Ya me lo había adelantado por teléfono. ¿Qué será, qué no será? El suele ser un lince para detectar rincones que el ser humano pisa con poca frecuencia, pero aquella joya él la conocía de oídas.

Era una casa preciosa. Derruida, abandonada a su suerte, con las puertas tapiadas y las ventanas también.  Ahí estaba orgullosa, mirándonos. Una construcción del siglo XIX entre edificios- y que me perdonen los que vivan por la zona- un tanto feos, sin personalidad, una serie de gigantes, con ventanitas pequeñas unas idénticas a las otras. 

Para darle una matrícula al arquitecto. Todo esto imaginadlo en mitad  del barrio San Nicolás de Bari, barrio que no tiene la culpa, y sus gentes menos de que  esta pieza, que parece detenida en el tiempo, se encuentre en esas condiciones.





Por fortuna en nuestro Alicante, tenemos a personas preocupadas por la cultura y, desde hace años muchas vienen denunciando el deterioro de esta maravilla. Pero echando un vistazo a la hemeroteca, sus quejas siempre han quedado congeladas en un espacio diminuto en cualquier periódico local.

Admito mi incultura. Ayer tarde, sentada frente a ella yo no sabía a quién perteneció pero pronto imaginé aquella finca llena de gente, con vida, con flores. Le hice muchas fotografías, mis ojos se clavaron en aquellas paredes, en sus arcos, en las tejas, en una especie de ¿fuente? ahora llena de hierbajos, y ambos pensamos ¡¡qué poco quiere Alicante a su pasado!!





En otro país se volverían locos si contaran con una construcción como ésa. Una casa donde residió un escritor como Gabriel Miró, pero que quede claro, mi enamoramiento ya se había producido antes de conocer a su propietario. Me hice varias preguntas y, me asombraba que la gente pudiera pasear a sus perros alrededor sin detenerse y contemplarla, debiera ser obligatorio. O quizás se hayan acostumbrado.


Quiero verla rehabilitada, quiero que vuelva a tener vida, que sea un espacio para compartir y visitar por parte de los turistas. Yo pago por ver esa casa por dentro. Y todo aquel que sea amante de la Historia o, simplemente de la vida y sienta respeto por sus antepasados también lo haría, lo sé.

Pero todavía quedaba otra sorpresa. El Sr. Muñoz estaba sembrado esa tarde. Primero jugó al misterio. Paseé por encima de una construcción, más bien de sus cimientos, agrietados y con muchas planchas encima, de esas feas que se utilizan cuando hay una obra.


"Adivina qué es esto" Imaginad, creo que lancé como cinco respuestas y ninguna tuvo premio. Aquello había sido, agarraos, una ermita y después un convento de Franciscanos hasta 1514. Una leyenda, escrita en una de esas planchas te informaba de ello en un lateral, junto con un mapa en tres dimensiones.





Yo quería gritar. ¿Pero qué le pasa a esta ciudad? ¿Acaso no hay ni una sola persona con una visión que le diga, cultura igual a ingresos? ¡Santo dios! aquel lugar es una golosina para cualquier visitante. Por cuantas ciudades he caminado y pueblos..., y conservan estas construcciones como en oro en paño. Les sacan rendimiento mientras las miman y, se funden o confunden con la modernidad. 

El visitante encuentra estímulo al contemplarlos, pero no, nosotros lo tenemos junto a una suerte de edificios gigantescos, la mayoría con pisos vacíos, ahí, en mitad de una nada que ni siquiera ha merecido un cartel, o una placa, algún objeto que informe al visitante de que se encuentra ante tal belleza que perteneció a tan insigne personaje, o que está frente a un pedazo de nuestra Historia. Unos datos, unos míseros datos.






Alicante, mi Alicante... una ciudad a la que los propios alicantinos no aman. En realidad los ciudadanos sí, tal vez no la sientan así, como algo propio, algunos otros  que ostentan cargos que no van de la mano ni del buen gusto, ni de una inteligencia por encima de la media. Al menos para este tipo de asuntos. Sin generalizar, por supuesto.

La ciudad es algo más que unas Hogueras o que la Semana Santa. Está llena de lugares maravillosos, pero los ocultamos en vez de potenciar su valor. Duele ser de Alicante, pero admito que me siento orgullosa de que la casa del creador de "Las cerezas del cementerio" siga en pie, altiva y desafiando a un cubo de color azul de la Cámara de Comercio.

Artículo publicado días después por Juanjo Payá, el responsable de Cultura del diario INFORMACIÓN.


Polop sí recuerda a Gabriel Miró



Joana Sánchez

Lluvia, lágrimas e imprudencia.

Y en Alicante llegó  el  miércoles   santo  con su procesión, sin lugar a dudas, más autóctona, más alicantina. Es la tarde en la que medio Alicante sube al  barrio de Santa Cruz y  Casco Antiguo  para ver bajar "El  Descendimiento". Desde hace ya años no procesiona solo. Lo  hace acompañado por otros tres pasos,"El Gitano","La Dolorosa" y "El  Cautivo".

Algo único,impresionante, que pone los pelos  de punta  ver esos cuatro pasos  pesados como bajan por unas callejuelas imposibles, con escaleras algunas, y llevado a hombros por hombres y mujeres llenos  de esfuerzo,sudor, lágrimas y fe.

Desde que me destetaron veo esa procesión, alicantina por antonomasia. No recuerdo, desde mi vieja memoria que haya sido suspendida jamás. Ni que la  lluvia hiciera acto de  presencia justo a la hora de la  procesión. Recuerdo años  chispear por  las  mañanas y mirar al  cielo, o estar el día un tanto nuboso pero  nada parecido  a lo ocurrido este año.





La tarde del  miércoles  santo se  puso feucha. El  cielo  demasiado   negro. Todo hacía suponer la  presencia de la no  deseada lluvia. Y la procesión salió  porque  así lo  determinaron quienes lo deben hacer. Y comenzó a chispear, y la  cosa  fue a más con una gran cortina de agua, totalmente previsible ,y que obligó  a dar media vuelta  a los  pasos y a los cofrades. Por primera vez ocurría  lo que nadie deseaba. Y la  lluvia se convirtió en lágrimas para la gente.

La   única pregunta que me hago como alicantino es la presunta imprudencia de salir a su hora , y no pedir una prórroga horaria ya que de haberla  hecho  podría haber procesionado más tarde. No obstante no hablamos de una procesión al  uso, sus calles complicadas, los  escalones, su recorrido unido a la  lluvia puede ser un cóctel peligroso para poder resbalar los costaleros/as.

Pienso que se puso  en peligro  la  integridad física de los  mismos   por mucho tesón e ilusión que le  pongan, así  como  la de  las imágenes que debieron volver tapadas con plásticos. Pero las decisiones las toman quien debe tomarlas.Y en este caso, pienso, no fueron muy afortunadas. Seguro que el  año próximo será  maravillosa...como siempre.

Paco Huesca

.

2 de abril de 2012

¿Una boutade? Quizás.

Quiero   dejar  clara  una cosa. Desde  pequeño me han  gustado  las procesiones. Las veía  con mi gente en una Rambla casi vacía o en un Casco Antiguo en donde las señoritas de mala compañía se arrodillaban y persignaban al paso del trono de turno con las persianas bajadas de  su burdel. Impresionante. 

Y he salido de nazareno con La Verónica y el Cristo de  las Penas; con el Cristo del Mar y Nuestra Señora de los Dolores y San  Juan de la  Palma por aquel  ensanche de La Rambla sin asfaltar, lleno de tierra y piedras, porque así lo quería Tomás Valcárcel; y de penitente (este año  más que nunca)  detrás del Cristo de  la Buena Muerte.

Y los miércoles en Santa Cruz, a pie de plaza del  Carmen y otros años, desde un balcón  privilegiado, y donde  siempre  me han saltado las lágrimas y se me ha puesto el vello de punta. Solo, con mi gente, y con otras personas muy conocidas que también se emocionaban conmigo. Desde  los "cómicos" con su especial  sensibilidad  hasta "gente" de  Casa Real. Y hasta ahí puedo decir.


Luego vino otra época en donde surgieron nuevas procesiones y pasos como setas. Se  llenaron todos los días de la semana santa con esas nuevas procesiones y conjuntos  escultóricos, algunos de dudoso gusto,y sobre todo un protocolo abusivo, excesivo y hasta un tanto kitch. No era lo nuestro, pero se fueron incorporando costumbres procesionales de otros lugares.

Nada tenían que ver con nuestras raíces.Y se realizaron encuentros a porrillo, una "madruga" que quedó en el intento, la venia, la carrera oficial, mil y  un pregones y vías crucis ,pregón, pregonero y abanderado oficial, el capuchino de honor, más saetas que nunca. Más boato, lujo,ornato, nuevos tronos,palios,esculturas,mantos, más "manolas" o señoras con mantilla.

La Piedad de  Miguel Ángel
Y pasamos de las ruedas a los costaleros/as...Si estilo sevillano,cordobés,granadino...Total, solo nos  falta plagiar o importar, según se  mire,el Sermón  de las Siete Palabras vallisoletano, los tambores de Calanda, y ya puestos,"los  empalaos".

Sin acritud y ánimo de demonizar, y por supuesto sin borrar las procesiones que aunan la cultura popular con la  religiosa,y hoy  por  hoy,dentro de un contexto turístico,lúdico y festivo. Para muchas poblaciones son los días grandes. 

Me he enterado que en el pueblo  malagueño de Coín, todo el dinero que se invierte este año en una de sus cofradías(tronos,flores,mantos,coronas,cirios...) va a ser canalizado por Cáritas para la cantidad de familias que ni tan siquiera pueden vivir, comer por esa maldita crisis o como la quieran llamar. No va a procesionar.

Lanzo esta  reflexión,una realidad, al aire.Puede ser una "boutade".Pero ahí está.Y quien quiera hacer su propia reflexión,que la haga,y sé que supone una procesión para sus cofrades. Ahora bien,deberíamos  pensar lo que supone todo ese dinero para gente que no tiene nada para llevarse  a la boca.

Este año  en nuestra ciudad, nuevos tronos, nuevos  mantos ,nuevos palios, nuevas coronas... Ay, Dios. Si El y su Madre hablaran mandaban a más  de uno a la porra.


Paco Huesca

29 de febrero de 2012

La lenta agonía de los cines.

Cuando hace una década comenzó la proliferación de salas de cine en centros comerciales profeticé, y no soy profeta, que llegaría un momento en donde las aguas volverían a su cauce. Era imposible, impensable, que Alicante pudiera contar con tantas salas y encima  poder llenarlas.

Lo  malo de todo esto es que conforme se abrían los megaplex, salas en complejos, cerraban los cines de toda la vida.Y eso es ya irreversible. La ciudad que contaba con más butacas por habitante se va a quedar despoblada. Siempre lo digo, no me alegro del cierre de ningún cine. Nunca. Pero hay cosas que eran un sinsentido. Cerraron en un momento cines como Chapí, Calderón, Alameda. Les siguió Avenida, Rialto, los Goya, Roxy, Novedades, Lux, Arcadia.

En 2000, Monumental, los Casablanca, Monumental, Carlos III. Y llegó un momento que cerraron los Aana,  Navas, Ideal y los guadiánicos Astoria. Y durante un pequeño tiempo Alicante no tuvo cines en el centro dejando como vacía a la ciudad y quitándole ese tejido social que suponían los cines en el centro de la ciudad. Hasta que se reabrieron los Aana y Navas con filmoteca incluida.






¿Y qué  ocurrió?  Pues sencillamente que les llegó su hora también a ellos.Los Abaseis,  los cine Box de Vistahermosa,los ABC Gran Vía y ahora los CINESA del complejo Panoramis,los únicos que de alguna manera se encontraban en un lugar más céntrico.El día después de la entrega de los oscars pegan el cerrojazo. Lo triste, la pérdida  de los puestos de trabajo,por supuesto.

Pero como uno es un  melancólico,un sensiblero con esto de los cines- me viene de mucho antes de Cinema Paradiso - echa de menos aquellos benditos cines alicantinos, con sus colas, con sus grandes carteles, sus marquesinas, con las pelis semanas en cartel,con sus olores y sus colores. Hay crisis.Ya se sabe,lo vivimos en nuestro cuerpo y en nuestras vidas.

Pero hay otras grandes razones de peso.¿Internet? ¿La piratería? ¿Los vídeos? ¿La maravillosas instalaciones caseras cinematográficas (quienes  puedan) ? Se alzaron voces , el 3-D que era más viejo que el tabaco podría ser la solución al tema. Nunca me lo creí.

Va menos gente al cine y ese el  hecho por lo que se cierran salas.Mejor dicho, demasiadas salas en una ciudad que por mucho que se quiera vender como una ciudad de cine y esté en la cuarta posición en España  debido a la cantidad de poblaciones en la  provincia que tienen cines...aunque ya menos también.


Se perdió una oportunidad  de lujo a  la hora de la reconversión de las salas  en el centro de la ciudad. Y no solo para el  sector cinematográfico en sí, sino en el comercial  en general. Algo que en otras ciudades se realizó,con mayor o  menor fortuna.Benditos cines de Alicante que ya no existen. Algunos resisten con sus fachadas  en pie.

El   Ideal y los Astoria. Cuántas historias (me reservo las de los Astoria) En el Ideal hemos vivido en la sala oscuro pelis de amor, terror, risas,lágrimas, los primeros besos , la fila de los mancos y cuántos fantasmas como los del Roxy de Serrat guardan en su memoria.

Seguro andará Glen Fod pegándole una bofetada, otra a Rita, o Sara seguirá cantando, quizás, su úlimo cuplé, y charlarán Liz-Cleopatra y Burton-Marco Antonio al ritmo de las canciones de "West Side Story".

Y por su puestos los cowboys de toda la vida, John,Richard, Robert, Henry  seguirán cabalgando hacia el oeste.Como decía Berlanga,el personal se empeña ir al cine con zapatillas en vez de hacerlo con zapatos. Se  queda en casa  en vez de practicar ese rito del cine con la sala a oscuras.

Nuevos tiempos,nuevas modas y en Alicante asistimos a la lenta agonía de los cines...

Paco Huesca

27 de febrero de 2012

Torremanzanas y un incendio en directo


Nada hacía presagiar que nuestra excursión a Torremanzanas acabaría como acabó. Con un incendio del que fuimos testigos desde el minuto cero. El lugar nos recibió con calor. Tras una semana dura, no hay nada como salir de Alicante y recorrer sus pueblos. Esta vez repetimos. Torremanzanas celebraba su mercado dominical. Lo recorrimos, tomamos unas cuantas fotos y decidimos subir una cuesta.

EL LUGAR DE LOS HECHOS ANTES DE PRODUCIRSE LA TRAGEDIA




Desde esa altura se apreciaba una vista interesante. Mi acompañante se había fijado en un hilo de humo que achacó a alguna persona del lugar que estaba quemando rastrojos. Momentos antes había tomado una fotografía de la verde montaña. Abajo varios almendros en flor terminaban de decorar nuestro entorno. Pero al rato, tras realizar más fotos y charlar, comprobamos que el hilo de humo, se había convertido en una poderosa antorcha blanca que se mezclaba con las nubes en un perfecto cielo azul.




ESTO SE PONE FEO

Ya no nos hizo tanta gracia, aquello parecía serio. Como una tiene alma de periodista, me dediqué a tomar más fotos, a los pocos minutos, apareció un helicóptero, que realizó unas cuantas maniobras, ante los ojos de los vecinos que miraban con curiosidad (nosotros también)

A la llegada del helicóptero se unieron dos avionetas. También escuchamos las sirenas de los bomberos. Generaba impotencia observar aquello. Imposible divisar qué sucedía tras la montaña, hacía calor, demasiado, lo cual no ayudaba a extinguir las llamas. El perímetro formado por el humo cada vez tomaba más amplitud. 

Otro helicóptero hizo acto de presencia, podía divisar cómo lanzaban desde el aire, agua o retardante. En los medios de comunicación dicen que comenzó a la una, nosotros vimos el humo antes.



EL PRIMER HELICÓPTERO SE DIRIGE A LA ZONA
Alicante no se caracteriza por tener mucha zona verde, pero cuando penetramos en su interior, sobre todo en el norte, parece que nos encontramos incluso en otro país. Desde el paisaje, hasta las ciudades o pueblos desprenden un encanto del que poco a poco estamos privando a la capital. Por lo que ser testigos directos de un incendio finalizando el mes de febrero fue un tanto triste.

¿Accidente? ¿Fallo humano? ¿Premeditado? fuera lo que fuera, el fuego es sinónimo de destrucción en un paraje donde 25 hectáreas han desaparecido. Alicante Cuenta estuvo allí pero la mejor noticia sería haber dedicado este artículo a la bonita localidad de Torremanzanas.



Alicante Cuenta