Mostrando entradas con la etiqueta autismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta autismo. Mostrar todas las entradas

25 de enero de 2022

¿Por qué es tan importante ser normal? As We See It


El título de este artículo hace referencia a una frase que pronuncia uno de los personajes de As Wee See It. Se acaba de estrenar en Amazon Prime Video y narra la vida de tres compañeros de piso con espectro autista.

Hace un tiempo escribí sobre una asociación de personas con Asperger. También compartí varios vídeos de un chico que nos explicaba en primera persona en qué consistía.

Yo no soy normal. Quiero empezar hablando claro. Tenía problemas para salir a la calle cuando era una adolescente y luego una joven. Lo bautizaron como agorafobia. 

Cuando la ansiedad llega a un pico elevado y la sensación de angustia es grande, no quieres volver a pisar el lugar donde tuviste un ataque de pánico (en este caso la calle).

Si hay un aspecto que me ha molestado a lo largo de los años es que este hecho fuera tomado por terceros como algo por lo que compadecerme. Nunca lo entendí. 

Sobre todo si he sido capaz de hacer una vida "normal" y podía montar en avión, en tren y vivir en otras ciudades. Y lo más importante de todo: soy feliz. Sé lo que es el amor, sé lo que implica afrontar grandes responsabilidades y saboreo cualquier pequeño detalle que me ofrezca esta vida.

Pero cualquier problema/enfermedad/trastorno o como queramos bautizarlo cuando es crónico, puede asomar la cabeza y hacerte creer que revives el pasado. En mi caso he tenido suerte, no he sufrido acoso ni burlas. 


As We See It (Nuestra mirada) o cómo hablar del autismo desde la realidad


He querido contar este tema personal antes de hablar de la serie porque parece que la ficción en este formato está produciendo por encima de sus posibilidades y no todas son grandes trabajos.

Pero As Wee See It parte de una base perfecta, su director tiene un hijo autista y ya ha tratado este tema en otros trabajos. Por lo que sé, todos los miembros del equipo eran personas con diversidad funcional. Si a todo esto le añadimos unos guiones que te llevan de la risa al llanto en menos que canta un gallo, sólo queda decir que es una serie redonda.

La he terminado hoy y uno de los personajes, Jack (Rick Glassman) asperger, no sólo me ha hecho guiñarle un ojo a la pantalla en alguna ocasión, también me ha llevado a mi pasado. Concretamente de 2008 a 2014 y a una persona.

No sé si él era o no asperger. No sé si alguien se lo diagnosticó. Sólo sé que nos gusta que la gente sea sincera pero cuando él lo era a veces resultaba hiriente. En la ficción lo vemos en varias ocasiones cuando daña a sus compañeros porque Jack no tiene filtros.

Lo mejor de la serie es el sentido de humor que rodea a situaciones complicadas. Como la de su compañero Harrison que no puede llegar hasta la cafetería de la esquina.


No ha sido gracias a este magnífico trabajo por lo que he pensado en él. Lo recuerdo en muchas ocasiones. De hecho, sus verdades como puños eran acertadas la mayoría de las veces. Pero cuando dos personas no se encuentran bien es imposible lidiar con temas tan delicados. 


Los familiares de los personajes hacen lo que pueden porque no son perfectos. Pierden los papeles, cometen errores y dañan por querer proteger. Estallan porque aunque sean dichas sin maldad, las verdades no son siempre ciertas. 

Ese padre, ese hermano, esa familia, esa cuidadora..., fallan pero una y otra vez son aceptados por los tres personajes protagonistas. ¿La razón?. Supongo que el amor verdadero puede con todo.  Y como dice en el título ¿Por qué es tan importante ser normal?

Quien sea normal, que levante la mano.

Os dejo un vídeo de mi periquito Rocky. Nunca creí que tendría una mascota tan inteligente y a la que grabaría. Aunque tampoco pensé que viviría una pandemia. Rocky fue adoptado en mayo de 2021 y a los pocos meses ya hablaba. Le gusta estar sobre mi hombro, sobre mi portátil, sobre mi móvil y se alegra cuando me ve. Su cerebro es un misterio para mí pero no el hecho de que me quiere.


Lo dejo ahí, como una reflexión.


Joana Sánchez

18 de febrero de 2016

Día internacional del Asperger



Hoy 18 de febrero se conmemora el día internacional del Asperger. En otra ocasión redacté un artículo al respecto. El protagonista era Camilo, él tuvo la suerte de que le diagnosticaran el síndrome (que no enfermedad) a una edad temprana.

Durante un año y pico he estado interesándome por este síndrome leyendo todo lo que caía en mis manos. Hablando con personas que son asperger. A la conclusión que llego es que no sé nada. Porque no se puede clasificar a las personas por poseer un rasgo en su personalidad. No todos los asperger son iguales.

Algo que se achaca a una persona con asperger es la falta de empatía lo cual no es exactamente así. No saber gestionar las emociones sería la definición correcta. Pero eso no significa que para un asperger una persona que sufra le sea indiferente. Quizás le duela más que a la mayoría, ver a alguien pasarlo mal pero no sepa cómo ayudar. 

Ser asperger tampoco es sinónimo de tener una inteligencia superior (aunque en muchos casos sí) 

Ser asperger es sinónimo de no saber manejarse en ciertas situaciones sociales que se presupone, nos han de gustar o resultan fáciles y agradables como: bailar, estar en lugares llenos de gente, en espacios con mucho ruido o luces... ser una persona sociable, aunque -una vez más- no todos los asperger rechazan una invitación a un evento donde haya muchas personas si se siente cómodo.



En este artículo que he encontrado hoy "Aprender a quererme" esta persona lo deja claro: a veces,un asperger huye ante una serie de emociones ajenas porque no saben gestionarlas, no por indiferencia.

Si algo saco en claro es que hoy es el día de muchas personas que han pasado años de su vida sintiéndose incomprendidas y juzgadas por otros ,probablemente por quienes más les han querido.

¿La razón? No cumplir con unos patrones de comportamiento estandarizados y tener que vivir continuamente para agradar al otro, lo cual resulta agotador. 

Y a la vez, dicho por una asperger: también lo contrario, los neurotípicos (nosotros) debemos realizar un ejercicio enorme de empatía para ponernos en el lugar del asperger y a veces, podemos ser tratados con dureza por una característica común entre muchos asperger: un carácter inflexible y una sinceridad que puede rozar el improperio.


             Sí, todos estaréis pensando en Sheldon Cooper (personaje de ficción) 


El problema viene cuando un asperger se pasa media vida interpretando un papel para agradar a su pareja, a la sociedad, o a los compañeros de trabajo para no desentonar... y es tratado con dureza cuando decide ser coherente con lo que piensa y no hacer nada que le haga sentir mal.

Resulta difícil para su entorno ver cómo de repente esa persona 'cambia', pero no se trata de un cambio, son muchos los adultos diagnosticados como asperger a partir de los 35 años o superados los 40 que un día "estallan" hartos de la presión, la ansiedad, hastiados de una falta de comprensión por parte de quienes le rodean. Puro cansancio. Imaginemos a un actor fingiendo ser quien no es las 24 horas, pues eso.

Lo cuenta muy bien Francisco Violat en la siguiente entrevista, que os invito a leer.

Este fragmento resume qué supone ser asperger:

"Una persona que llega a los 40 años sin saber que es Asperger tiene que reeducarse, replantearse algunas decisiones de vida y compensar algunas deficiencias en su forma de socializar. Y esta falta de acompañamiento psicológico a lo largo de su vida en temas de interacción social deja cicatrices: abuso, acoso e incomprensión."
A la conclusión que llego es que todos, sin importar nuestra condición, deberíamos:

1. Aprender a querernos para poder querer a los demás

2. Ser tolerantes

3. Ponernos en los zapatos del otro, y no juzgar a la ligera

4. Y sobre todo, no exigir a nadie que haga algo que le desagrada, porque no sabemos hasta qué punto puede llegar el sufrimiento de una persona que calla para contentarnos. No seamos egoístas.

Puede ser duro ser asperger, sobre todo si no cuenta con el apoyo de un experto desde niño, pero convivir con alguien que no ha sido diagnosticado, o que no esté recibiendo un apoyo psicológico adecuado también puede resultar una experiencia difícil, frustrante. Ambos se hacen daño sin querer o mejor dicho, sin saber... Es como si uno hablara en chino y el otro en arameo. 

Hoy, es el día de la esperanza para el que se siente o se sabe diferente.

¿Para los que le rodean? Un día feliz si por fin logran encontrar ese apoyo que desde niños debieron tener.


"Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos" 
(Buda)



Joana Sánchez