Palabras para PACO HUESCA

AQUÍ UN AMIGO

Creo que Paco Huesca ha sabido crear un mito —un relato colectivo en su sentido etimológico— una historia, la de los Astorias, que todavía gira en la memoria, en la experiencia de varias generaciones. Y que sigue dando frutos, aunque imperceptibles. Ha creado un micromundo al servicio de una cultura. Si entendemos que la cultura es a una comunidad lo que la personalidad a un individuo, Paco ya forma parte del alma de Alicante. Eso está al alcance de muy pocos.

Quizá actualmente da la impresión de que la ciudad no está a la altura de lo que fue, o pudo ser, de la mano de iniciativas como la suya. Sin embargo, eso no hace más que señalar que Paco es un caso excepcional.

El mito no son sólo los cines, su programación atrevida en medio de las dificultades que ponen las grandes distribuidoras, sino su manera de transmitir una vocación cultural con transparencia, honestidad y generosidad, su manera de disfrutar y hacer disfrutar con las vueltas de la vida y del arte.

Personalmente, le debo haber aprendido esa sensibilidad y esa actitud que he intentado sostener y transmitir a mi vez como poeta.

Si le hiciera alguna pregunta tendría que ver con el deseo, con el futuro, con las semillas que todavía guarda aunque no lo sepa. Le preguntaría, ¿para cuándo una segunda inocencia? ¿Para cuándo la segunda salida de Nuestro Señor don Quijote de Alicante?

Le preguntaría qué hace falta para que asuma su papel como miembro de honor de un imaginario —quizá virtual— Consejo de Sabios de la ciudad de Alicante. ¿Qué necesita para que se amplifique y se concrete su experiencia y su visión entre los más jóvenes?

Le pondría una alfombra roja en cualquier avenida —incluso la de Maisonnave— sólo para que transmitiese su presencia.

He estado muchos años sin verle, entiendo que sus fuerzas no son las mismas de antes para levantar un proyecto complejo; pero alguien como él puede aportar visión y criterio a muchos que tienen fuerzas y no saben manejar la brújula con su pericia.

Y me atrevo con algo negativo: entiendo y comparto sus críticas y su desazón actual. Pero cuando transmite ilusiones se vuelve irresistible. ¿Cómo podemos hacer para que nos devuelva el ánimo? ¿Qué intuiciones le rondan?

Quizá la pregunta esencial sea sólo esa: ¿Qué necesita para volver a soñar y hacernos soñar a los demás en una ciudad que sigue viva hasta que el mar se la trague?

Recibe un saludo afectuoso y mi agradecimiento por darle presencia y reconocimiento.

Luis Cremades

Buenas Joana, me encanta tu propuesta. La lástima es que a Paco no lo conozco mucho la verdad, pero si tuviera que preguntarle algo sería sobre lo más frustrante de su trayectoria en los cines y lo más gratificante. Espero serte de ayuda, para cualquier cosa no lo dudes.

Alonso Abellán García

Hazle llegar a Paco que pienso que el Alicante que tanto ha querido, por el que se ha esforzado, tan continuamente, sin denuedo, empujando el nivel cultural, manteniéndose al dia....le ha pagado mal.

Han sido desconsiderados con él y su conocimiento, y, muchas veces injustos. Creo que para la trayectoria de su vida, debería estar reclamado por algún estamento cultural de la Provincia, Diputación, Conselleria de Cultura, Ciudad de la Luz.... en fin alguno de esos.

Pero.... da igual.... sigue en la brecha y dando caña.

Mis respetos por Paco Huesca. Y...larga vida.

Adolfo Reus

"Lo primero, plasmar el aprecio -mutuo- que tenías por mi padre.

Los minicines quedan ahí en un capítulo de mi juventud. Hoy ya hemos cambiado la perspectiva, pero recuerdo que lo que ahora es una opción 'mainstream', al alcance de todos, [como pudo ser programar semanas Moonwalker con M.Jackson"] antes podía ser simplemente audaz o al menos, digno de mención. Ése es tu verdadero mérito, Paco. 

Pero bien, todo esto ocurría antes a conocerte personalmente. Desde que nos presentaron en el Archivo Municipal, te tengo presente por tu erudición por el cine, tus carteles, y por aquellas cartas combativas en prensa que señalan verdadera pasión, de la que duele, por Alicante. Que es lo que nos hace falta. Un abrazo bien fuerte (al que se une también mi madre). Te deseo los mejores reconocimientos para ti.

Saludos, Enrique Cutillas Iglesias

Un abrazo para Paco, un alicantino necesario. Pregúntale por la colección cinematográfica que donó y catalogó en el Archivo Municipal. ¿Lo aprovechan los estudiantes de la Ciudad de la Luz? ¿Hay algún proyecto en tal sentido? ¿El Ayuntamiento lo ha ofrecido al área formativa de cine de la Ciudad de la Luz o de la Universidad de Alicante? ¿Qué piensa para que se quede en unas cajas almacenadas?

José María Perea Soro

Paco integra la reducida nómina de los alicantinos imprescindibles. Y la de los alicantinos memorables. Imprescindible porque sin su trayectoria vital, cultural y cívica esta ciudad, tan maltratada, sería peor. Imprescindible por su combate por un cine de calidad, por intentar rescatar el Barrio de nuestros orígenes, por su defensa del Benacantil.

Memorable porque salva con estos gestos la dignidad de una ciudad abocada al olvido. Memorable porque cuando se haga la auténtica historia de este periodo, Paco emergerá aquí y allá, símbolo y vida, con sus preocupaciones, con sus luchas.

Y Paco, en fin, amigo: ¡cuántas conversaciones no tendremos echadas en los últimos 30 años! Ahora veo poco a Paco, pero el encuentro fugaz con sus ojos de Mediterráneo y con su palabra que se escapa de los sueños es como una reconciliación con Alicante.

Un abrazo, Paco.

Manuel Alcaraz

SIEMPRE PACO

Dicen las lenguas -unas más malas que otras- que Paco Huesca siempre ha querido ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el funeral. No es que a Paco le guste ser el protagonista de todo, pero es que para hacer lo que él ha hecho y sigue haciendo por Alicante uno debe, sin más remedio y mal que le pueda pesar, enfundarse ese traje de superhéroe que tanto llama la atención. 

Y a los menfotistas, claro, les jode mucho ver lo que son realmente cuando el espejo de Paco Huesca pasa por delante de sus narices.

Y, ojo, que todo esto no quita para que Paco tenga muchos defectos, como todo el mundo. Que tras todo superhéroe que se precie, siempre está el hombre. Él es el primero que, en su humildad, lo sabe y lo reconoce. Lo que está claro es que los que, en mayor o menor medida tenemos la suerte de conocerle, sabemos admirar y valorar sus virtudes por encima de todo. Y Paco es una buena persona. 

Amigo de sus amigos y dialogante con sus enemigos, como toca. Siempre presto a ayudar al prójimo y a luchar por lo que cree que es justo. Poco más que eso me hace falta a mí para admirar a alguien. Y a Paco, que creía tiempo atrás que me caía mal, yo le admiro.

Desde que empecé a trabajar era habitual escuchar: "Ha llamado Paco Huesca para decir que...". Paco devuelve a la palabra ciudadano todo su sentido, máxime en un tiempo, el nuestro, donde el compromiso y el civismo escasean tanto como el buen cine. Como el que gracias a él han podido ver tantos alicantinos.

Alicante tiene una gran deuda con Paco Huesca y no sólo por los Astoria, qué va. Y yo, que hace un tiempo, con toda mi buena voluntad, quise ayudar a saldarla, acabé creando una deuda personal con él. Si Paco lee esto sabrá de lo que le "escribo". Sólo espero no haber pasado a la estantería, amplia por otra parte, de personas que le han decepcionado. 

O al menos de los que le han decepcionado sin opción de redimirse. Él bien sabe de la atribulada vida que llevamos los periodistas y de cuántas cosas nos gustaría tener tiempo para hacer y qué pocas se acaban materializando. Pero, amigo, cuando algo es justo y necesario, si no es uno será otro el que lo haga...

Leía hace poco en Facebook (sé que queda poco intelectual, pero así fue) que los verdaderos amigos son aquellos que, aunque pasen años sin verse, saben que pueden contar el uno con el otro y que cuando se reencuentran, es como si no hubiera pasado el tiempo. Paco, para empezar, nos debemos una cena.

Un abrazo

Juan Antonio Giménez