Da igual que tengas un currículum aceptable y algún respaldo de gente que lleva en la profesión años. Nada importa si se une a una crisis global, vivir en Alicante donde la construcción y servicios son nuestros pilares económicos y sólo posees tu integridad y la confianza en el sistema (se admiten risas). Y el mío es sólo un caso.
Pero cuando tus cimientos comienzan a temblar y hablo de personas que se ven obligadas a recurrir a servicios sociales para comer, cuando acudes a una oficina del Servef y el funcionario se echa a llorar por la cantidad de presión que lleva a sus espaldas, cuando ves a gente válida, preparada intelectualmente recibiendo un "no necesitamos a nadie" un día sí y otro también, cuando muchos hombres y mujeres son despedidos de empresas donde llevaban años y ahora con cincuenta, nadie les contrata; observas que pasan los meses, los años y nadie mueve un dedo, ni alza la voz... te preguntas:
¿Por qué he de salir el miércoles a protestar por algo que llevo haciendo mucho tiempo?
Un apunte, la idea de llevar a cabo la huelga tras el verano es de lo más indignante. ¿Acaso los desempleados, los jubilados, etc se han marchado de viaje para ir bronceaditos a la manifestación? En Francia llevan protestando hace mucho tiempo. En España vamos con retraso. Si no fuera tan ofensiva la forma de comportarse de algunos sindicalistas sería para reír.
La gran mayoría de los ciudadanos están ahogados con trabajo y sin él. La ayuda llega tarde y no es creíble.
Sindicatos, partidos políticos que pedís a la ciudadanía que salgamos a la calle sólo tengo una pregunta que haceros: ¿DÓNDE ESTÁBAIS? En una cola del Inem no.
Joana Sánchez