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19 de enero de 2011

Pongamos que hablo de Madrid I


Vivir en un hostal da para mucho. Para pensar y conocer a diversos personajes, sin olvidar que tú eres uno de ellos. En esta película todos somos protagonistas. ¿Conocéis esos films donde el reparto brilla? Una comedia coral lo llaman. 

En el hostal "Estoy lejos de casa" habitamos seres dispares. Hay una chica que gusta comer frente a la televisión, y si puede ser viendo algún programa de Intereconomía mejor. Se desahoga. 


El otro día pude vivir esa catarsis. Comenzó ya a mostrar sus nervios en la cocina. Está a dieta y eso es lógico que la tenga con una dosis de ansiedad extra.


Al penetrar en el comedor común sólo pude asistir como espectadora a los aspavientos e insultos que le lanzaba a la pantalla. 

De vez en cuando se giraba y me miraba. Mi mirada iba de mi ensalada a sus ojos llenos de ira. "Que se j... los que les votaron", "Felipe González se cargó la construcción", "Me alegro de que estén en paro... ¡¡¡Y les volverán a votar!!!".


Ante semejantes mensajes nada subliminales, ¡me sentí familiar de José Luis Rodríguez Zapatero! apunto este detalle puesto que tenia la sensación de que o éste se hallaba en la sala o yo debía tener algún rasgo facial parecido. 

Me palpé la cara cuando dejó de observarme y no noté que mis cejas hubieran cambiado de grosor. Ok, no era la responsable de la tasa del paro, menos mal.






Por cierto, era el primer día que tenía acceso a la televisión y ahí estaba yo, viendo un reportaje sobre las fiestas de Cuenca donde los toros corrían por las calles y la chica más joven del lugar le tiraba una tarta al animal (tradiciones)


Uno de los guardianes de mi nueva casa es un señor que suele llevar una gorra, y que he llegado a creer que disfruta asustando al personal. Cuando me dirijo a la cocina a tomar mi desayuno está recostado en un sofá cubierto con una manta a cuadros y sólo sobresale la gorra. 

El primer día, entre la tenue luz pensé que era una aparición, o un muñeco que alguien había dejado olvidado ¡A las siete y pico de la mañana una no piensa con claridad!


Esta mañana mientras desayunaba -para mí que sabe que es mi comida favorita del día y adoro hacerlo sola- ha compartido la estancia conmigo. No ha tomado nada. Simplemente estaba ahí y me acribillaba a preguntas. 

"¿Quién ha salido por esa puerta?" con incredulidad, y mirando con resignación mi taza con muesli le he contestado:"No sé, no me he fijado". Seré tonta... si hasta he sonreído al verla ¡Era la chica que habla con la televisión! Pero servidora no es una delatora, ni en Alicante ni en Madrid.

Lo divertido de esta experiencia es que una se convierte en veterana en muy poco tiempo. Hace una semana yo era la nueva, la que no conocía las reglas. Ahora hay un nuevo. Mi sustituto.Se trata de un chico que ha venido de un país de América. 

Está en mi situación, no tiene portátil y no conoce nada ni a nadie. La primera noche cometió el terrible error de coger un bol de la cocina para tomar unos cereales. Una voz al otro lado del comedor retumbó: "¿A ver ese bol?... es mío, cuidado, sólo te digo cuidado."

El que hablaba es un chico que siempre va con su portátil. Según me dijo el dueño (hay dos) había eliminado las televisiones de las habitaciones porque se lo habían aconsejado como una medida para que los clientes, la gran mayoría estudiantes, interactuaran.

En mi segunda noche, cuando me asomé al comedor no me dijo hola nadie. Las tres personas estaban absortas ante su pantalla y con auriculares en la zona Wiffi. Había una italiana, un norteamericano y un español (parece un chiste) ante su silencio me volví a mi cuarto a escuchar la radio. 


Me gusta ese medio de comunicación pero estas semanas la estoy valorando si cabe más. Un beso para todos los que hacen radio.



En todas las historias hay una protagonista y  en ésta es la persona dedicada a la ardua tarea de la limpieza y mantenimiento del lugar. 

Debe medir un metro y poquito, tiene un dulce y encantador acento mexicano ¿por qué? ni ella lo sabe; tampoco tiene buena relación con el señor de la gorra que asusta y dice que si se pone violento, le amenaza con una escoba o llama a los "chicos": a los demás inquilinos. 

Cruzo los dedos para que no toque a mi puerta. Pero ella me gusta. Me cambia las sábanas y me las pone de color azul o naranja, me pregunta cómo estoy y yo hago lo mismo.
Le daría un abrazo pero temo hacerle daño, es tan poquita cosa y, a la vez tan grande. 

Su nombre es el más mencionado en todos los recovecos. Igual anima al que acaba de llegar,  te cuenta algo personal o te incita a que des una vuelta por la ciudad.

No me extraña que en su momento la serie "Hostal Royal Manzanares" protagonizado por Lina Morgan tuviera éxito, señores y señoras, esto de compartir techo con tanta gente da mucho juego.

Me tengo que ir, a ver qué sorpresa me encuentro esta noche. ¿Cenará conmigo el señor de la gorra, o la chica italiana delgadísima que come unos platos enormes? Ah, perdón que de ella no os he hablado.

Toda una experiencia, sí señor.



Joana Sánchez



(Desde Madrid con amor)

11 de enero de 2011

Una alicantina en Madrid





Hola amigos,


Tranquilos este blog no se va a convertir en el típico "Español en Japón", sobre todo porque no me he ido al extranjero. 

Desde la capital de España, sin ordenador, sin televisión, pero con radio ¡que es lo que me gusta! me he escapado un ratito para deciros algo obvio: ¡¡¡Qué frío hace aquí!!! 

Pero también un apunte: en el escaso tiempo que llevo caminando por estas calles en mi barrio de adopción, tengo que reconocer que la gente es agradable. No sólo aquí sino en todas las situaciones que he vivido desde mi llegada.

¿Eso es noticia? Sí. Alicante es una ciudad turísitica y hago una crítica desde estos lares como alicantina: la simpatía, la implicación de cualquier persona a la que le preguntas por una calle, un metro o un autobús no se limita a indicarte una dirección o señalar con la mano. Se paran, te acompañan y todo con una sonrisa.

Alicante, además de contar con unas playas fantásticas, algo que la naturaleza nos regaló, tiene una carencia: nosotros. Deberíamos ser embajadores de nuestra ciudad y venderla mejor. 


¿La razón? Somos una ciudad turística. Es una cuestión de cambio de actitud, sencilla y gratis.

¿Algún defecto de la Villa? la prisa. Lo digo con una sonrisa en la cara. La gente corre en las escaleras mecánicas. Las baja de dos en dos. O de cuatro en cuatro. Veo gente comer por la calle a horas que "no son horas" de comer sino de merendar.

En la Puerta del Sol

Es una ciudad viva, llena de energía, el tiempo no vuela, corre fugaz como el AVE que no ha llegado a nuestra terreta por cierto, y ya he hecho un sondeo, "los madrileños irán a Valencia aunque Alicante- o más bien sus pueblos- les guste".

Dato llamativo: nadie conoce la capital de mi pequeño estudio de campo. Alicante no gusta, no tenemos nada atractivo para ser visto. ¿Playas? ya las hay en otros pueblitos donde la calidad de vida es mejor. 

Te mencionan Benidorm, Altea, Alcoy, mil lugares pero Alicante capital no, "allí sólo he estado de paso"

Desde Madrid con amor, deseo que quienes puedan resolver este problema turístico lo hagan. Sáquenle partido a nuestros museos, o construyamos lugares interesantes para ser visitados, no sólo por el turista sino por nosotros.

Rambla, Casco Antiguo y tres museos no es suficiente.  Adornémosla como lo está Valencia,de lugares atractivos.

Un abrazo y espero que Roberto y los dos Pacos (el Sr.Huesca y  el Sr. Sánchez) se animen a subir algún escrito con sabor a sal. Lo dejo a su elección: crítico, divertido...


¡¡¡Alicante sigue contando!!!!



Joana Sánchez

15 de diciembre de 2010

Vestido bendecido


Yo debo ser medio evangelista. Tomé la Comunión y fui bautizada, pero disfruto escuchando a los pastores que, con buen humor, ensalzan los salmos de la Biblia. 

Me gusta escuchar a un señor contar: "no me gusta madrugar", "no me gusta viajar y ver poco a la familia", para a su vez, leer la palabra del Altísimo sin que el receptor lo perciba como un sermón. Él se queja pero no se siente culpable por ello. 

El español, acostumbrado a la rigidez del ritual católico, mira incrédulo a la radio, donde estos comunicadores, aparecen como los peces y los panes. 

La misión es la misma: convencernos de ser mejores hijos, padres, esposos, amigos, personas..., pero hay un ingrediente distinto, tal vez sea la cercanía que transmiten y la cabida para el chiste.

El otro día fui a comprarme un vestido, la señora de la tienda me preguntó para qué lo quería, "para una entrevista", no dije más. 

Mi voz quizás temblorosa me delató. Mientras estaba en el probador oí un ruido: "he cerrado las puertas", me anunció, "¿te importa que te bendiga?" y ante mi negación y sorpresa, comenzó a pedir a Dios que me ayudara y un sin fin de buenos deseos que me hicieron cerrar los ojos. Cuando terminó la abracé ¡qué podía hacer!


Ella me confesó que las cosas no le terminaban de marchar bien, pero su pastor les había predicado el día anterior que debían ayudar a los demás, y ante mi "gracias" no las aceptó. ¡Era su obligación! Me quedé un buen rato tras sentir una gran paz, lo confieso; las puertas ya estaban abiertas. La gente comenzó a entrar (¿milagro?) Aquella mujer tenía fe.


Me habló de los cánticos, de lo que disfrutaban los pequeños en la misa, de encarar la vida aunque se presente oscura, con alegría, con optimismo. ¿Qué quieren que les diga? Nunca me habían bendecido un vestido ni tampoco vendido uno que "fuera bueno para ir a Madrid", con que estuviera bien de precio para mí era suficiente.


Dejemos la religión a un lado, y ahora les pregunto ¿existen muchas más personas como ésta? ¿Se han tropezado con alguna últimamente? En esta bendita crisis, flota en el ambiente un halo de amistad involuntaria.Hay necesidad de hablar, de compartir. 

Todos tenemos una historia. Lo hermoso estriba en tropezar con alguien que se preste a escucharnos e incluso cuando no hemos abierto la boca. 

Necesitamos ser escuchados. Vayan a su tienda, se llama Giovanni y está en la calle San Mateo, quizás no encuentren lo que buscan pero seguro que salen con una sonrisa.


Joana Sánchez

30 de noviembre de 2010

Yo me bajo en la próxima


Subir en un autobús en Alicante es sinónimo de aventura. Sólo es necesario tener los ojos y los oídos atentos. Los tiempos han cambiado y aunque escuchar música mientras te trasladan de un punto a otro es agradable, hoy es como ir con un grupo de seres aislados.



Dejamos las críticas para otro día y cada cual que elija su compañero de viaje.



A mí me gusta observar, y como el paisaje ya me lo conozco pues miras a tu alrededor. A veces no es necesario que hagas grandes esfuerzos. No todos los usuarios son defensores del ocultismo con auricular.



Ayer contemplé una discusión contenida entre dos partidarios de dos equipos de fútbol. El conductor quedó atrapado entre un seguidor del Real Madrid y otro del Barça. Hasta ahí normal, o no... porque el cartelito "prohibido hablar con el conductor" estaba presente, pero esto es España.



Lo que comenzó con unas bromas sin mucha gracia bajo mi humilde punto de vista:"Os vamos a meter diez", "Este año el Real Madrid está mucho mejor que el Barça, fuerte fuerte"..., derivó en una suerte de improperios hacia los catalanes (evidentemente por parte del seguidor madridista) 

"Ni en pintura, no los quiero ver ni en pintura, si vas allí sólo lees carteles en catalán y árabe, pero en castellano no, que no quieren ser españoles que te lo digo yo". Y a mí que me recordaba a algún tertuliano de la tele fusionado con un personaje de dibujos, porque el señor no había ido nunca a Cataluña, pero "sabía" de lo que hablaba.



Curiosa y preocupada, pensé en el abducido conductor que permanecía en silencio. ¿Sería su familia de Barcelona? ¿Se habrá tirado por la diminuta ventanilla? ¿Quién conduce?



No sé si ayer se jugó el partido del siglo. Sé que hubo muchos goles y enhorabuena a los premiados [sic Gomaespuma]



El tema aquí es el transporte público y cómo un buen sociólogo haría un trabajo de campo sobre el comportamiento humano en tan reducido espacio.



 Es llamativo cómo la política y el fútbol suelen dominar ante otros temas. Los sujetos, con una desinhibición que roza lo surrealista, se suben al atril con ruedas y reparten a diestro y siniestro, también se lleva su parte el gobierno local, claro luego está la "oposición autobusera" y es ahí cuando se altera el ambiente.



Al final, los dos hombres del inicio de nuestra historia acabaron llegando a un acuerdo, que de tan simple me resultó conmovedor:



"Bueno, bueno, pero también se puede ser alicantino y ser español ¿no crees?"- reflexionó el seguidor del equipo culé-



"¡Ah, sí, eso sí...! claro, claro..."- le dio la razón el madridista



Creo que más de uno necesita tomar otro medio de transporte y viajar. Primero por nuestra provincia y luego por todo nuestro país y no bajarse en nuestra bendita Plaza de los Luceros por muy hermosa que sea.




Joana Sánchez

7 de octubre de 2010

Personas brillantes vs mediocres apagados


Casi todos los días paso por delante de su negocio. Ahí está ella detrás de una máquina de coser tras la vitrina. No hay mucho en esos escasos metros cuadrados. Telas, ropa por arreglar por esas manos jóvenes y lo necesario para coser. 

Siempre que camino delante suya nos miramos. Un hola está a punto de salir de nuestras bocas, pero ella continúa con su labor y debe pensar que soy una acosadora porque realmente me llama la atención y la observo con descaro y curiosidad.

¿Cuántos de nosotros sabemos coser hoy día? Muy pocos. No hay tiempo. Mejor que lo arreglen en la tienda o como mucho mamá.Ella es una emprendedora metida en su casa de cristal junto a sus labores. En el cartel que tiene pone "panadería..." pero está a medio quitar ¿quién sería el dueño? 

¿Por qué no bautiza a su negocio? Sólo unas pegatinas de colores que se adhieren en el cristal delatan que aquel espacio es suyo. La única huella personal. 

Pensé en charlar con la muchacha de pelo oscuro pero siempre que regreso la veo atareada y levanta la mirada para ese hola que no nos decimos y prosigue. Estoy convencida de que tiene cosas interesantes que contarnos, probablemente mucho más que las típicas historias de políticos, o famosetes carentes de vida interior, algo que a ella se les escapa por los ojos.


Hablan de las cifras de paro, de lo elevada que es la tasa en Alicante comparada con la media en otros lugares, pero cada vez que paso por delante de ese escaparate donde no venden vestidos sino que los reparan, pienso en las personas tan maravillosas ocultas en rincones que brillan con luz propia y uno ha de estar muy ciego para no verlas.



En estos días en los que abres un periódico y sólo la mediocridad, la gente hueca ocupa portadas, me pregunto ¿por qué no hablar de quienes hacen que este país se mueva? ¿por qué no más noticias positivas y engrandecer estos actos? 

Hoy te volveré a decir hola con los ojos y puede que al volver, entre y te diga que te pases por aquí, esto es  sólo un pequeño regalo.


Joana Sánchez

22 de septiembre de 2010

Del mostrador a Ebay


Día lluvioso en Alicante. Una única papelería está abierta en el barrio donde me hallo. Empujo una puerta decorada con carteles que rezan "todo al 40%", mi objetivo es una revista y la persona que me atiende me cuenta que van a cerrar y ya no vende prensa. 

Aprovecho, necesito una libreta diminuta, es un vicio que había dejado, me enseña varias, me dice su precio. Dan ganas de comprar más. A veces hay seres que  transmiten buenas vibraciones y sin dudarlo le ofrecí una tarjeta de Alicante Cuenta, la aceptó con una sonrisa y confesando que entraría a echarle un vistazo.

En un clima de amabilidad en ese espacio reducido lleno de libretas de todos los colores y formas, bolígrafos, plumas,etc. el amable vendedor (pronto ex vendedor) me dijo que el negocio se cerraba puesto que llevaban un tiempo trabajando en ebay.


¿En ebay?


Pues sí, resulta que nuestro amigo tiene un hermano aficionado al coleccionismo y lo que comenzó con unos simples cómics se ha terminado convirtiendo en un negocio. El nombre de la web es Oportunidades Doñita y le prometí escribir sobre ello. Acabo de echarle un vistazo y veo que el abanico de productos es variado.

Curioso ¿ verdad? una tienda de las de toda la vida echa la persiana para seguir viva a través de la red. Puede que el espíritu emprendedor esté más despierto en Alicante de lo que se cree. 

Pero para que personas como Juan Jerez-su hermano- se decidan a lanzarse a otros proyectos se han de tener las ideas claras, estar atento a las nuevas tendencias dentro del mercado y sobre todo, recibir apoyo.


La próxima vez que vea una tienda cerrada no pensaré en  negativo tal vez, hayan comprendido que hay que ampliar horizontes. A Oportunidades Doñita le funciona desde hace unos años ¿por qué a ti no?



Joana Sánchez